No Me Dejes ir
sab
ta mucho que me juzgue solo por mi apariencia, por lo que cree que soy. Cocinare para d
menuda sorpresa se llevara apenas vea
s lados y mi vista se fija en alguien parado al otro lado de la carretera no logro identificarlo bien su rostro para mis ojos es sombrÃo ya que la capucha sobre su cabeza me impide verlo comp
cuenta cuando llega Dan hasta que agita su man
ya no lo está parece como si hubiera sido producto de mi imaginación, lo busco po
nde mi vista se dirige- Que ocur
raño negó con la cabeza – nada, ya vámonos cargo demasiada h
oce? Es lo que ronda en mi cabeza o quizás solo miraba a alguien detrás de mà y malinterprete todo, si debe ser eso seguro esper
de mis pensamientos – has estado muy
pes no pasa n
ue el entendimiento llega a mà – Me disculp
no lo sean en realidad, tal vez ni les interesa como estoy, asà como al que llamaba el am
dado cuenta que siempre he tenido son mis padres, tÃ
a. Pregunta, negando con
nare algo rico es una receta de mi abuela, le so
ce asombrado – es
la cabaña antes de bajarme
zgues un libro por su
lpa y se aleja para contestarlo, yo me encamino hacia la cocina, no les
n es mi comida rápida preferida y muy fácil de hacer, comienzo a picar el ajo, la cebolla blanca para sofreÃrla con los camarones,
o con una cuchara lo pruebo, asà como h
dole saber dónde está, porque no le ha contestado, por qué no la ha ido a ver y yo aquà haciéndole de cenar por agradecimiento sin haberle pregun
sta recién bajada del fogón, miro por la venta
inera, poco puedo ver su cara por la oscuridad de la noche, pero como hace
os dolor intenso se me instala, un grito ahogado sale de mi garganta ale
e, yo aún desconcierto alzo la vista de nuevo hacia el patio y el chico ya no est
eo que sea mi imaginación, como dirÃa la abuela Una vez es co
n con la extraña sensación que me ha dejado el momento, Dan llega por seg
toma mis manos, en forma circular unta la crema para quemaduras con c
o con toda sinceridad, admitiéndolo soy muy torpe con algunas cosas a di
de aplicar la crema – Esta vez por que fue.
ue ese chico nos está siguiendo tal vez sea por él, nadie sa
tonterÃas y no deberÃa preocupar a Dan por nada, omi
hecho es ayudarme – estaba en mi mundo pensaba, dudo un poco en mi respuesta -
a mirada con
biando de tema y le agradezco al cielo que lo
rgullo – es pasta con camarones y cre
i saboreara con tan solo el aroma, entro en mi momento incómodo, carraspeo
posando sus manos en mi cintura un hormigueo se sitúa
o cerca para ser precisos – Tus manos dice posando una de sus manos
ro decir con
lo testaruda y siéntate. No fue
pide por primera vez so
fuera de control solo tengo menos de veinticuatro horas con
minar con la cena y dejar todo en orden le pusimos fin a nu
elta con mi vaso en mano apago las luces y me encamino a mi habitación no he pasado el marco de la puerta cuando esa sensación extraña se instala en mÃ, es la sensación de
mente calculando hasta mi modo de respirar yo si poder mover un musculo hay esto
ento lentamente se encamina en mi dirección, aun teniénd
ctivándose intento correr hacia la habitación de Dan cuando el
ramadas me hace señas de que guarde silencio viéndole más de cerca su rostro lo único que puedo verle es una máscara
asero de sus vaqueros y mi pánico se enc
to brillante y afilado, esp
s suplicas este psicópata, que no me cabe la menor duda que nos ha estado vigilan
er mis lágrimas el miedo me ha gobernado y él está feliz con eso lo