Las Cronicas De Una Bestia

los di sin llamar la atención—no le digas a mama que Salí con Chon ¿está bien?—papa miro a l

os billetes sonrió y asintió—los tomo porque me estas obligando, no porque los quiera tomar ¿está b

salude al guardia que estaba cuidando la entrada del ascen

la salida y Chon estaba esperándome afuera del auto con

é ante Chon y el me sostuvo en el aire y

va a llorar no puede ser,

un montón sobre todo porque no estaba acostumbrada a separarme ni un minuto de Chon, pero como la gen

odelo muy reconocida; saber que les había ido bien me alegraba. Y hacen una semana me dieron la noticia de que habían venido a visitar. Claro mi hermano tenía una idea p

n en mente?—pregunte

e emborraches muy rápido—Chon me paso una un agua embotella—mejor bébelas ahora, así harán efecto—mire las pastillas y sentí como una pequeñ

entó en el asiento de acompañante y yo me senté atrás, y una v

con ciertas restricciones, como no llegar después de las 9, no debo beber y emborracharme, no usar ropa muy revelad

oder, quería bailar, saltar, reír, conocer, y sobre todo pasarla bien, como cualquier adulto ari

te lujosos, hombres manejando ferraris, hombres con trajes de noches se veían realmente bien, las mujeres con ropa muy corta y otras con ropa larga pero ajustada al cuerpo s

ablo Chon—realmente es hermosa,

s?- dijo Sara pasándome u

visar me fije en unos mensajes, eran mis mejores amigas dándome las felicitaciones de mi cumpleaños, sin dudar respondí, mientras miraba otras cosas en mi celular el a

expresaba alegría ni emoción, solo miraba sin excitarse; segundos después ese chico giro su cabeza y casualmente nuestras miradas se encontraron. Lo mire a los ojos y el miro los míos, era como una juego de m

de miradas, pero… ¿Por qué me miro así?—después de pe