Skyscraper © - Parte II
o debía de hacerlo, siempre existía una parte de mí que quería llamarlo para poder verlo. Los primeros días no había podido sacar de mi cabeza e
. Por un momento sentí miedo en que pudiera hacerme daño, al final cuando me convenció de que no podía saber lo que había detrás de esos textos supe que no iba a hacerme daño, pero el miedo de la idea de lo que podría ser en lo que estaba involucrado fue lo que m
ue al día siguiente yo aún seguía procesando todo lo pasado, estaba tan distraída pensando en todo que fue imposible que mi mejor amigo no se di
ectura que era la historia y literatura griega. Había pasado horas leyendo, después vi algunos capítulos de La Ley y el Orden en la televisión. Justo cuando comenzó a atardecer escuché como alguien golpeaba la puerta. Me levanté con pereza
ndo? -me preguntó
, Thiago -lo fulminé con la mi
di la vuelta y fui hasta donde estaba mi celular al cual
das de Thiago y cas
y mensajes -reí negando y volteándome para mirarl
área donde había pasado t
unciendo el ceño sin sab
sonrisa que ponía cada vez que s
or qué no m
lgo estúpido. Miré el celular en mi mano
iné con la mirada para acercarme y darle un
a la habitación-. ¿No pudiste venir antes? Necesito ver qué
r en el sofá mientras yo buscaba algo en el armario-. En LAVO
do de bienvenida, ¿no? ¿Esta a qué se debe?
uy caro. De hecho, las mujeres entran gratis hoy -alzó un poco la voz para que yo le escucha
as ganas de reír mientras lo escuchaba carcajear. Me puse la falda y el top después s
ojos para mirarme con mayor precisión. Después asintió y me enseñó su pulgar
hasta la habitación sacando los tacones. Los aventé a la sala y tomé mi b
ejar de pensar en eso en el momento en que estuviera en aquel lugar, no me importaba tener qu
que el color de mis ojos resaltara más, claro sin exagerar la intensidad del color. Dejé mi cabello suelto tal como lo había traído después de salir del baño, no le hice nada más que cepillarlo una vez más para asegurarme de que no había nudos. Me puse mis Vans como siempre, cosa que Thiago al
gar, cuando lo hicimos y estacionó el auto yo quis
e y lo miré sorprendida, me miró y sonri
uspiraba y sonreía con el simple hecho de decir su nombre. Estaba enamorado de ella, y el
u padre, todo a escondidas. Nunca íbamos a poder ser libres -me dijo mirándome por unos s
lo, pero la verdad es que a pesar de darme esa explicación no me entraba en la cabeza por qué lo había hecho. Thiago siempre había demostrado que
si aquello fuera suficiente para que
e dice que lo es, pero yo sé que no. Siempre nuestros momentos deben ser arruinados por algo, siempre tenemos que estar a
iba a decir solamente eso-. Siempre me dijiste no importaba lo que su padre dijera, que si ella te seguía permitiendo e
ra, que no la dejara. No
tonc
quina donde se encontraba el club. Suspiró y vi como cerró los ojos por unos segundos mientras
iró diciéndome eso como si tratara de darme a entende
xactamente lo que tenía que hacer para que pasara una buena noche llena de diversión. Lo miré apretando los labios
Aún así me tienes que poner los tacones -le miré con una ceja
lía del auto y lo rodeaba para venir hasta m
explotaba de tanta gente, podía apostar que incluso había más personas de lo que se suponía que el lugar podía permitir. Pasaron tres horas y ya ni siquiera podíamos
eocuparnos pareció causarnos más risa que otra cosa, no podíamos dejar de reír. Ni siquiera recordaba qué tanto habíamos tomado. Cuando llegamos decidimos empezar por lo mismo de siempre, unos chupitos de tequ
a poder ir al pasillo cerca de los baños. Yo no quería ir, no sé qué pasaba
eír, él rió también-. Necesito orinar -me dijo y carc
empujándolo y este
, me estaba asegurando de que mi mejor amiga no se fuera. Es muy testaruda -le dijo al señor como si
ar yo también, claro al de chicas. Por fortuna sólo había dos chicas dentro de este, no quería ir al baño, solamente
estaba muy ma
a bastante ebria. Dejé salir un suspiro cansado y al ver que una de las chicas seguía ahí
n sus labios del lápiz labial que sostenía en su mano dere
egué haciéndole una seña con m
lo. Volví a mirarme en el espejo y me incl
decir a la chica
epuse mirándola y esta
como si tratase de asegurarse d
le como niña pequeña y esta rió un poco,
jo antes de salir del
o si estuviese en un limbo pensando en todo, pero a la vez en nada. Sentí como si mi cabeza estuviera dando vueltas a una velocidad bast
han
n él o a verlo, habían sido sólo unos días pero había sentido que era bastante. Las últimas dos semanas estuve regañándome a mí misma y frenándome a no llamarle, sobre todo l
l otro lado de la línea sin darme cuen
e que pudiera él decir algo más
i interrumpiéndome y juré q
Escucha, tú y yo tenemos que hablar -dije mient
? -me pregunt
e está hablando, déjame habla
ió a preguntar y ch
o llevándome después la sorpresa de que este se encontraba besando a la misma chica que había estado dentro en el baño conmigo. Casi le grito, pero empecé a reír aún más ignorando p
baño recargándome en la puerta esperando que nadie se le ocu
, no. Está igual que yo, o un poco má
s? -volvió a
puerta-. Estaba pensando en la vez que me salvaste de mi exnovio aquí y luego
Val. Sólo es
ya no tenía caso, ya h
qué haría? Thiago estaba ahí afuera besándose y quién sabe qué más con esa chica, yo tendría que quedarme aquí a esperar que el alcohol bajaran al menos un poco porque no lo haría todo. Había bebido demasiado, dif
os viendo el lugar donde me encontraba, era el baño del club. Traté de asomarme si había alguien en los baños, pero no había nadie.
largando la ú
apenas a Nate por el sonido d
os ojos apoyando mi cabeza en una de las paredes-. E
ijo y percibí un poco
esa conversación escuché la puerta abrirse y abrí los ojos mirando hacia esa dirección-. Alguien va a ent
or abrir la b