Mi Vecino del Frente
ptó que tengo un problema de ira acumulada, pero no es mi culpa, ya sé que vivo diciendo que nada es mi culpa, pero e
se me ocurre nada, pensé en fingir estar enfermad, pero no creo que sea fa
ito, pero muy mÃnima responsabilidad de que ella fuera con el chisme, dónde mamá, es que no debà r
racias era su rostro redondo, con su nariz redonda, ojos redondos, juró que en ella todo es redondo, hasta sus dedos gorditos ¡tienen esta forma!, todo esto se complementaba con el ro
a provocarme un ataque de ri
tos después logró tranquilizarme y puedo pensar con detenimiento, cuál es mi siguiente
dirigir mi vista hacia la mesita que esta al lado de la cama, no lo veo, es extraño porque siempre lo dejó aquÃ, tal
de la tarde falta por lo menos dos horas-. Me paso las manos por el pelo y le doy un pequ
ño por lo que no le tomó mucho tiempo revisarlo, le pasó lo mismo que en lugar anterior, no encontró nada, ella ya se estaba desesperando, m
io cuenta de que su madre se encontraba en el lugar y casi se chocó con ella.
a mira a su alrededor, con cara de disgusto, -
hablar. -Yo no veo ninguno, solo algunas cosas está
ejando caos en su paso-. Le dice la madre con un tono de ironÃa en sus palabras. -Cuanta
la chica, que para cortar el tema y evitar una nueva pelea de
léfono, no sé donde pude dejarlo, por eso es que la habita
le pregunta la madre, -si lo pierdes de nu
do la fila para pagar, lo puse en el bolsillo derecho y cuando llegue a la casa,
everamente y le dice: -Debes ser extremadamente c
is pasatiempos, es desviar los temas de conversación con mamá', piensa la ch
dedo antes de salir de la habitación y me dice: - Será mejor que lo encuentres. Asegúrate de no abrirle a na
su madre se dio cuenta de que todavÃa llevaba puesto el disfraz, por lo que procedió a quitárselo. -... ¿Qué es esto que está en mi bo
o, en su propio bolsillo y con la cara roja como un tomate, miro al t