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ada con encontrárselo y un poco con la fantasía de ser besada con pasión contra la pared, pero en vez de eso se m
, piensa un poco calculando que ha hecho durante el último año. El recordatorio más obvio lo tiene en las facturas de la
as conversaciones de sus compañeros de trabajo sobre los protagonistas de los últimos
aro y
Migue, p
igual, conoces a alguien
eso, si ganarás lo mismo
miseria... mmm pero eso nu
estoy esperando la llamada de Juan Camilo para salir con él, p
ué pro
les 2x1 ya es un poco tarde
s qué est
ón y el exorcismo... o la
veo nada de terror a menos
ca ha sido un problema, mi
JA JA... mmm no hay
M:
pereza de salir, como
si quieres hablamos mañan
G:
ro que tiene abandonado, ¿cuándo fue la última vez que leí? Encuentra el separador de página y retoma la lectura, pronto está inmersa en hist
, estas?
an 15 minutos para
, estaba
uto Juan Camilo ya
: H
cóm
pensando en cump
qué pro
omida... c
ja me encantan
te re
, ayer alguien me trasnochó
en
a qué hora
o ya, estaré en t
terminar en sexo y por mucho que lo desee no quiere hacerlo tan pronto. Mira el chat y se pregunta cuál será la respuesta corr
r mañana en la noc
quedado de salir con Miguel... quiz
ien... qué
ía abandonado, así que me h
endo uno nada interes
ón de biblioteca, ya que leo desde los novelones más malos
y ahora que e
... lo admito c
rios placeres culposos tuyos... incluyendo el de excita
e... es solo uno y admito que ese
mm nos
ostrando lo obvio, pero y ¿si fuera diferente? No
no, recó
es el plan.
jajajaj
viso cuan
insegura de cómo podría terminar la noche, así que se puso jeans y decidió no depila
y jeans, se ve mucho más joven que en el trabajo y se parec
Carolina con t
o para abrirle la puerta. A pesar de que Juan Camilo la quiere be
trica, antes de arrancar Juan le pone la man
mbre de algo
i me vas a alimentar –
ostre... ¿acaso no es obvio? A
la razón...
ecto – responde él siem
ue tú nunca comes
poco, pero no es porque no me g
es una cocinada... -
a que seas tan fá
deuda conmigo
é te
en mi música antes de ayer, así que me
r solo ¿qué? cinco canciones de ¿1.00
pensando – me debes un postre completo, porque a pesar de mis advertencias de que n
. mmm en ese caso yo sí que
¿Q
me quitaste la mano y casi, casi la cara..
n piso 17, no se si lo recuerdas o
ara recordarlo... la verdad es que
en algo, mmm – dice Carolina coqueta, mientras remata
dice Juan Camilo haci
guiente deuda sí qu
e él simulando estar ll
s que quedé tan aturdida que salí a comer c
que habías aceptado la inv
no tu sabes el orden de los
anta la risa y sue
ubrir que eres una ex
o sobre la pierna de Carolina, ella agradece haberse qu
te a donde vamos – dice Juan, mientras
lo
alguna otra deuda de
entiras, me acabo de acordar de otra
A v
una acusación, ¿cómo es que me tocas la piern
e gu
Carolina acaba de rubo
o te
un poco en
n al frente del carro y Juan Camilo le da el beso que ella no quiso darle cuando se encontraron. La reacció
sofás y mesas bajas. Cuando Carolina lo ve agradece nuevamente haber
egunta Carolina antes de
íe Juan Camilo – me parece una buena
dice ella un p
ue yo
derrotada ante una re
inarios. Comienzan a besarse olvidando por un instante que están en un restaurante. El mesero se aclara la garganta para interrumpirlos y les pregunta que desean ordenar. Ademá
Guzmán, si sobra podrá ll
n tantos que me alcanzará para el
está reservado p
elve un poco el estómago. No sabe a dónde va todo lo que ha pasado, y no ha querido comportarse como una mujer normal ilusionándos
– dice Carolina tom
aro,
17, te dije que podí
que vas a pregu
del estómago y la libido. Se queda callada mirando hacia el
ndo las lágrimas, se toma otro trago de sake y logra sostener
hí, ir al baño, recuperarse y volver. Ella ya lo sabía y creía que er
baño, las lágrimas han desaparecido completamente, pero se lava cara con un poco de agua fría de todas formas. Toma una bocanada de aire y comienza a calmarse. Ahora no siente tristeza, solo rab
. Juan Camilo está chateando en su celular y no nota su aproxim
tás b
luego de respira
ué p
e es sincero con ella, ¿no podía decir una pequeña mentira? Y al mismo tiempo ¡que buen hombre, por no mentir! – o sí, hay algo, te acabas de volver mucho más interesante porque poc
responde Juan Cami
u juego y que ahora soy yo la que
quieras, pero no dudo en que
japonesa y Juan Camilo de
e en Japón – dice
– pregunt
ndió el odio profundo que
o que una bomba atómica
toda la
olla de forma calmada, mezcland
eres p
s Juan, est
Un
ombina mucho el café con
ibas a volver a so
y acompaña el comentario p
ave y está acompañado por pequeñas succiones a los labios inferiores. Carolina quiere transmitir la frustración que siente, mientras que Juan Camilo esp
lsiva. En el último año ha estado con más hombres que en toda su vida y está cansada de eso, ha descubierto que cada vez que se acuesta con alguien lo hace solo para cubrir un hueco, y lo peor es que el resultado es u
Camilo abre la puerta y le da un p
regunta una vez acomodado
avor – dice Carol
cultar su molestia – pensé que querías lo
esponde Carolina está vez e
tá haciendo caso. A Carolina no le molesta la música, por el contrario la hace ignorar sus pensamientos. Lle
mal lo que te dije, prefiero t
ro no te molestes conmigo s
– prende el carro y como despedida dice – te
atada como puta, pero no dice nada y se baja del carro sin de