11:59
beso y no logra evitar la reacción de su cuerpo, cada vez que lo hace. Se ríe como una tonta en su cama, para
cena no revisa su celular, al hacerlo encuentra un mensaje de Miguel: "Cómo te terminó de ir?" dice con una
ar la noche... encima de su pecho, besando esa boca voluptuosa hasta acabarla... se sacude un poco ante s
electrónicos del día. Revisa aburrida su bandeja de entrada, cuando encuentra un mensaje de Juan Camilo escrito a las 2:00 de la mañana desde su celu
ce
lo Mendoz
ércoles 22/11/
a Carolina
ita G
n un miedo latente de montarme de nuevo en
amilo
e de Distribu
s de C
resa y que él es un vicepresidente saliendo con una analista, después de estar enc
Asce
ina Guzmán
ércoles 22/11/
Camilo Mend
r Guz
ser el problema con el ascensor. Sobre
ialm
arolina
cepresidenc
s de C
¿mi correo podría traerle problemas?¸ no obstante sus pensamientos, presiona enviar y se queda
mnio tie
iciales JC. La emoción en su estómago no tiene control. ¡A él también le gustó!¸ piensa entre sorprend
y no tiene ni idea de que contestar. Al medio día mira su celular nuevam
go h
da tantos significados que ella no puede evitar responder de la
o comparto
Mierda, solo atina a pensar, al mismo tiempo que una gran emoción se anida en su estómago. Lo ve sentarse en la oficina de su jefe de forma despreocupada, toma su celular y sonríe, mientras vuelve a subir la mirada y co
lar con Carolina, ella desfallece pensando que Claudia notó el papel, pero
Claudia con la b
mientras toma el barquito y disimu
biera más seguido, con esa vis
iones sobre la boca de Juan Camilo, su olor, su pelo, su piel, su pecho,
corriendo al baño, para encerrarse a abrir su barquito sin ninguna interrupción. Así lo hace, tan solo para descubrir que el barco está vacío, es solo
el chocolate no sea sufici
imuladamente su teléfono y coloca el barquito al lado de su computador. No quiere adelantarse,
zar, una vocecita en su cabeza insiste en que es el VICEPRESIDENTE, otra dice que no puede ser tan regalada y otra más q
sando en que le encantaría que
po no nos damos un gusto – d
n – asient
eguir una mesa para dos. Claudia le está contando a Carolina sobre su fin de semana, ya qu
evo amor – ahora solo falta que llame, aunque no se... mmm, ya sabes, pasó de todo un poco
es ningún problema a eso, pero ya ves como son los hombres – en es
ba de entrar – dice casi a
que se estrella con los ojos de Juan Camilo de frente. Otra
os mirando, porque después de que volteaste se
arolina en un tono
asustada – parece que va a sentar
e con un poco m
dereza en un acto reflejo y se queda mirando su espalda. Efectivamente, él continúa hablando con uno de sus
nuevamente y Claudia es la que
verdad ese v
é?, ¿por q
iste roja con
roja porque él se di
enes razón, fue muy obvio
echar una mirada por encima del hombro para ver nuevamente a J
, haciendo que Carolina se con
rolina un poco
preguntar Claudia, con un ton
, ¿por
ayer has estado
de semana. Además a veces el t
un caso de un supermercado.... – continúa Claud
asiente de vez en cuando o complementa las frases con un "aja". Ha logrado
tras moja el pan en un poco de salsa
illo que aguante – asegura Claud
respiración. Claudia continúa concentrada en acabar su plato, por lo que no nota el silencio de su amiga. La mirada termina en una sonrisa prometedora, quizá una palabra deletreada sin sentido, un segundo con significados infinitos. Juan Camilo vuelve a pasar a su
olo para él. Juan deja el cubierto en la mesa, pero antes roza imperceptiblemente su pier
de Juan Camilo. Claudia, quien parece estar mucho más sorprendida que Carolina, comienza a hablar de nuevo sobre los encantos de Juan
revisando, esperando encontrar algún indicio de Juan, de su contacto, de sus palabras
y contundente, mientras piensa en
o, lo borra en un solo movimiento y vuelve a escribir: "Tú tampoco decepcionas. Gra
de salida. Mierda, no he cuadrado donde encontrarme con Miguel, ni he vuelto a revisar mi celular, piensa,
mos a las 6:3
omar tu silenc
ya! No te atrevas
por el mensaje de Juan (si es que es de él, piensa)
n minuto más sin saber que dice el mensaje, así que se ubica en una esquina, l
esperaba la confirma
unas dos personas volteen curiosas. Agacha la cabeza avergonzada, mientras
ando la invitación inc
plan imaginario en un barco de papel, pe
a. Mira su celular y tiene una llamada perdida de un número bloqueado. No le pone mucha atención (de
o mi amor? – pregunt
además tu siempre has sido
on quién comiste o cenaste? – y dice esta última palabra
mal cancelamos ayer, por que me quedé encerra
mamera – dice
rro tan malo. Un vicepresidente se montó e
ose un poco y previendo que la hist
s de una hora de habl
ver a Carolina a los ojos, buscan
, luego me ll
no anoche, así que cuéntame detalle
. Mmmm nada nos bes
emata Miguel
e risa – aunque... mmm.... Bueno está bien, hoy no
– pregunta Miguel
te burles de mis
s que soy puro amo
migo de Miguel al restaur
Caro, gracias por g
a. Se toman unas cerv
ce Miguel cuando terminan
igue d
r. Mierda, dos llamadas perdidas del mismo número bloqueado y tres mensaj
a nav
o decepcionante para Carolina, así que marca directamente a su buzón
s once. No pensó que se demoraría tanto y la verdad por su vida de soltera no se siente obligada a mirar cada segundo su teléfono, son p
uel un poco impaciente porque C
disculpa como si Miguel la fuera a
serio... - la
no se, ¿será
as mucha tiza al asunto
que llegue
ara dormir toma el celular. Es pasada la media n
s – salí a comer con mi mejor amigo y olvidé el celular en la cartera." en este momento l
en el mi
ando de cursi, pero casi al minut
dad del barco. Que tal si
nte para pensar que Juan Camilo quiere algo más qu
or, quizá mañana se detenga nue
esponde casi
cerca estaré muy decepcionado, quizá lo me
que quizá debería negarse un poco, además la atraviesan pensamientos sobre la oficina, un romance con el jefe, o qué pasaría si todo
l piso. Nos vemos
. Después de media hora no ha recibido ningún otro mensaje. Es la una de la
---
es nuevos. Está un poco triste y decepcionada, pero decide que es demasiado pronto para creer que Juan Camilo llegó y salió
a Juan Camilo, rompió un día en dos, una semana en dos y ella cree que aún puede seguir haciéndolo, aunque también sabe que parte de la vida es volver todo cotidiano, se deja llevar en pensamientos de parejas que conoce, matrimonios perfectos q
cada media hora, desde su antigua relación no se s
ltero, piensa mientras en un acto reflejo vuelve a revisar su celular y recuerda la conversación que tuvo por teléfo
de su celular, comienza a reírse casi de forma histérica del absurdo de tener todos estos
ecide retomar las conversaciones con Juan
: H
y es reunión, t
e, sigue trabajando y de vez en cuando mira su
Hol
escribe mientras piensa que ya está ca
n poco larga.
dí tu mensaje, pero nu
Yo que pensé que
mí no te deshaces tan
o ;) ... Aún podemos
uentro en las escaleras
iña tiene gana
algo tuyo y te lo quiero devolver... pero ya sabes hay qu
algo mio??!!! Ahora s
están prohibidas las relaciones entre los empleados a menos que sea el jefe directo. Está claro que puede, si quiere, tener algo con Carolina, pero no está
ja ya a
. Espera poder tener la oportunidad de tocar su cuerpo, no quedarse solo en besos y sufre una pequeña erección solo al recordarla agachada en el ascensor y
orta, no es tan pegada como la que tenía puesta en el ascensor, por lo que permite ser subida con más facilidad. Olvidando el lugar en el que se encuentran y con la respiración agitada, Juan Camilo comienza a
a abrirse. Mierda, piensan al unísono. Juan Camilo se aleja lo suficiente para acomodar su erección en lo
Camilo sin dejar de
se y morderse los labios. Juan Camilo también sonríe. El ruido en
deberíamos terminar esta c
olina divertida – solo creo que el
Camilo con un tono demasiado seguro es
crees que no - dice Carol
¿ent
a proposición, pero como es impaciente remata dicien
ese caso,
¿Q
... no seas
n nuevamente. Pronto los pisos estarán l
a noche – dice
arolina con un t
sonar. Carolina suspira y comienza a subir los escalones, pero Juan Camil
espués –