Su cruel broma, mi corazón quebrado
ía con la bata del hospital, encontré a mis padres esp
rendentemente firme-. Quiero r
me hubiera salido
su voz aguda por la incredulidad-. Ustedes dos son
ulosamente sus estadísticas de fútbol americano, que conocía su pedido de café favorito, que guardaba una pequeña y gastada foto nuestra del kínder dentro de su diario. Yo era la chica que atesoraba la
estaba dej
Se hizo añicos con un sonido pequeño y desolado. Las lágrimas corrían por mi cara, pero ahora eran diferentes. No lágrim
algo que nunca fue para mí -susurr
admisión anticipada del Tec de Monterrey. Mientras me acomodaba en mi asiento, mis ojos recorrieron la sala. Y entonces la
nga. Levantó la vista, sus ojos se encontraron con los míos por una fracción de segundo, abiertos de pánico. Le
esperando fuera del salón. Su habitual arrogancia había d
erdad? Mis padres... me matarán si no consigo esta beca. -Lágrimas brota
ecir una palabra. Se mordió el labio, luego soltó un sollozo teatral, a
evándose-. ¡No quise acosarte! ¡Por favor,
n susurros, agudos y crueles. "Mírala, la cerda gorda. Siempre causando problemas". "Escuché que está obs
se puso
reciente marea de su desprecio. La habitación pareció encogerse, cerrándose sobre
simo sin esfuerzo, incluso ahora. Fue directamente hacia Gigi, que ahora sollozaba abiertamente, enterr
Damián, su voz tranquila, pero co
ojos grandes e inocent
os que hice trampa... y luego empezó a d
hacia mí, sus ojo
astro de la vieja familiaridad en su voz-
e incredulidad en su ton
e-. ¡Está mintiendo! ¡Hizo trampa, la v
de Damián s
No es justo desquitarte con ella. -Hizo una pausa, luego asestó el golpe final-. Y pa
os, ahora más fuertes. "¿Ven? Lo sabía. Est
ngua. No me creería. Ya había elegido. Sus ojos, generalmente tan cálidos y fam
ó, su voz plana-. Discúlpate c
avándose en mis palmas. No ll
pero firme-. No hice nada malo. Pueden revis
se intensificaron al
gas eso! -gimió, aferrá
o lloroso de Gigi a m
una escena. Te lo dije, no hay nada entre nosotros. Nunca podría... nunca podría estar con alguien como tú. -Hizo
multitud. Mis lágrimas, que tanto había luchado por contener, final