El multimillonario que me llamó aburrida
ista de Ca
a en la mano, el eco de la voz de Bárbar
caron, un sabor amargo s
un torbellino vertiginos
ación física del
exigencias de una nueva vid
años, cómo me había llamado "dócil" en
rbara era la "emoc
iado, que ahora valoraba la es
ión cuidadosamente construida para
ra cuando me hablaba, era capaz de tal veneno, de
a" dolía más que
reduciéndome a un accesorio conveniente, un
esos, después de escuchar esa
e sentía como una traición incluso
una cruel vu
prometiendo el mundo, y yo,
o había invitado a entrar de nuevo, solo para q
vez, era
tidos revoloteando dentro d
un padre que todavía estaba enredado con una
ndió dentro de mí, quemando los últim
sta v
a Carla Benítez tran
la esposa
a li
adamente, tratando de cal
mblorosas, bajaron le
icó en mi mente, fría
irme. Pa
no habría
cipal, los pasos familiar
rajo, pero mi resol
sería corta, bru
sonrisa en el rostro, una b
mi amor", dijo, ajeno a to
ano, la pantalla todaví
n destello de algo i
i teléfono?", preguntó, s
mi voz plana, desp
esvaneció. Su r
tartamudeó, tratan
inquebrantable, clavándolo c
aron, una señal r
para mentir, para negar, para
a decir una palabra, su
saje. De
su rostro una má
e, mi voz más aguda
urmuró, ya alcanz
verdad?", pregunté, una risa a
lgar ya volando
s ojos desorbitados, un
on la voz apresurada. "Bá
s palabras sabiendo
de la habitación, dejándome allí de pie, destrozada en
r de su coche, aleján
plomé en el suelo, el mármol
me atravesó e
otro,
y una ola de m
na súplica desesperada f
. Por favor,
có, un fuego abrasador ext
me arañó l
o salió ningún sonido,
fue la botella de champán, todavía en pie sobre el escr