El Doctor, El Esposo, La Mentira
sonaba tensa por la ira contenida. "Fina
lo sabía. Siempre había sabido
u voz baja y firme. "Y Alej
lida blindada. Prometió hacerlo parecer un divorcio tranquilo
ntregado por un mensajero de rostro solemne. El equipo de
. Cada trazo de la pluma cortaba otro lazo,
pálido, una sombra de remordimiento en sus ojos. Se preo
l del esposo angustiado. Era una a
, murmuró, su toque ligero en m
raña mezcla de miedo y posesivi
a, y luego se levantó. "Necesito ver
a chirriar. Beatriz. Sus ojos, usualme
una corriente de aire frío. "¿Crees
mi espalda. El aire c
pero su mano se cerró sobre
su aliento caliente contr
La puerta estaba cerrada. Estaba sol
úrgico. Su hoja brillaba bajo
na sonrisa escalofriante extendiéndose por su r
ron el preludio
riptible, estalló en mi interior
uerte, impulsada por un regocijo sádico. Mi cuerpo se
, cada corte cuidadosamente colocado, d
caleidoscopio de agonía a
cordiosamente
olor. Mi cuerpo se sentía... diferente. Vendas cubría
nto a mi cama, una expresión de c
a. "Estaba angustiada después de tu experiencia
l. Un acuerdo de confidencia
. "Es por el bien de Beatriz. Para protegerl
otegerla? ¿A la mujer qu
surro ronco. "¿Esperas que prot
su intención, Emilia. Estaba bajo
a en mi mano
d, sino por una rabia indescripti
uñó, y asintió a los dos guardi
sobre el papel. La pluma arañó la página,
mbrío, para administrarme mi nuev
cante. Yacía allí, una muñeca r
o se había rot