La Loterillera
nada. Siempre lo veo pasar en su moto, con ella, ab
cercó y la abr
s tenemos a nosotras. Nos cuidamos, nos queremos
e verdad. Nunca nadie
ndo era de esas que no necesitaban años para hacerse fuertes. Era una c
uchaban los grillos afuera, algún carro
cabeza para ver el
dormir, Susana. Mi mamá va a pensar que
tiempo! -dijo Sus
e bien con alguien -respondió Esmeral
colaba por la ventana. Ambas se acurrucaron en sus lugares. La pijamada no f
ntes de dormirse-. Sos la
pondió Esmeralda,
del día para los Managua y se muestra la casa de Es
a estaban despiertas. Al abrir la puerta del cuarto, las encontró dormidas, c
eso: una amiga, alguien con quien com
acio y se fue a la c
ua. Y dentro de aquel hogar humilde, crecía una amis
-
es compartían apuntes, se ayudaban en las tareas y hablaban hasta por los codos en los cambios d
a Esmeralda en su ruta de trabajo por la calle 27 de mayo. Iba
ora qu
a, cerca del semáfo
ompañar? Quie
n s
¡
la calle hervía de vida: buses, vendedores ambul
, organizó los billetes, y c
ser suya hoy mismo! ¡Venga,
s grandes. La admiraba,
le preguntó Esmeralda,
¡Qué
una
ó de valor y
terí
oltaron
s billetes. Esmeralda le dio l
d verdadera, de esas que no se dan por conveniencia ni po
-
do, Esmeralda era
ana, era much
e más en el colegio se at
n a su lado que la va
a, valía más que cua
ntía en el aire: alumnos corriendo con papeles en la mano, otros hablando con emoción, y
urso de
viern
anto, poe
lo que sab
o. Apuró el paso rumbo al aula de tercer año donde ya la esperaba Esmeralda sentada en su pupitre, con
llegar-. ¡Viste el cartel
urso?
a, baile! ¡Es den
eó lento y se es
á..
ríamos participar!
cara-. Yo no voy a pararme frente a medi
acés cuando nadie te escucha. ¡Yo te h
e a todos -dijo bajito-. Además, vos sabés cómo
junto a ella y
ayar, no perdemos nada. Si no te sentís segura, nos
ue no era como las demás luchaba contra esa pequeña llama
ensayamos a escondidas
Susana bajito,
a algo desagradable que decir, pasó por el pasill
concurso? -preguntó,
ana con la fr
Esmeralda? -dijo con sorna-. ¿La
a mirada, pero S
a que vos, que so
s labios, se dio
ana-. Cuando cantemos, va a te
fueron a casa de Esmeralda a ensay
-dijo mientras sacaba una botella d
salga bien el ensayo -d
es, ¡a
aron entre los casetes disponibles, hasta que encon
tó Susana-. "El h
es l
o, sus voces se fueron encontrando. La voz dulce de Susana se combinaba con el tono
uarto-. Suenan bien. Si ustedes creen en us
sonrió t
-
bles caminaba por los pasillos alfombrados con su mochila colgada al hombro. Era lunes también, p
, ojos pintados y uniforme perfectamen
te dije? Podríamos salir el v
no estoy interesado -res
os amigos! Bueno..
gra
se cruzó de brazos mien
arrepenti
go verdadero, lo esperaba sen
vez A
deja re
entrada, no entie
n... solo importa si tenés dinero, si tus papás son alguie
el d
to, loco. Por e
ró por la
i vida no es mía. Tod
pensas
interior, algo empezaba a incomo
cidieron ensayar en el aula vacía durante el recreo. Mientras cantaban, un g
da? -preguntó un
da solo tragó saliva. La at
nsayo, un profes
ra el canal de 10 de televisión a grabar el evento p
jo Esmeral
repitió Susan
el programa. Sale los sábados
usana-. ¡Mi abue
La emoción de cantar comenzaba
tras quitaba los billetes del
de mí? ¿Y si me llaman
se sentó
os sabés quién sos. Sos mi Esmeralda vali