La Loterillera
rara vida, todos se levantaron de golpe, arrastrando pupitres, riendo,
mento en su lugar y v
con vos el tie
ondió Esmeralda con
ancas de concreto bajo la sombra de un árbol de almendro. El lugar era
dwich? Yo invit
aquí -respondió Esmeralda, sac
a vez -insistió Susana, y com
usana parecía un poco nerviosa, como si es
mi amiga -dijo al fin, b
mún que alguien se acercara a ella de esa
mos amigas -respondió, con un
erte una pregunt
regunt
.. para visitarte algún día, pasar más
viera algo que ocultar, sino porque no estaba acost
aso trabajando -dij
jando e
lot
no en forma despectiva, sino más bien c
Qué tuani ese tr
compañera más lista del grupo, siempre con la nariz en alto y las notas más a
altanera-. Ese tipo de personas solo saben andar en la ca
mirada, sintiendo ese dolor amargo que ya conocía. No er
ionó enseguida, f
jor viví tu vida y dejá de andar Tula cuburlona, dejando su comen
smeralda-. Yo sé que tu trabajo es bueno. Ser loter
on un poco, pero sonrió. No estaba
de verdad -dijo
ra? Nunca he conocido a a
s... -empezó a
nte muchas veces ni te mira, o te tratan mal. Pero hay días buenos. Cuando algui
uándo traba
po ... cuando mi pap
o sabía qué decir. Solo le
ralda. Yo no sé si podrí
Esmeralda, con una
endo la conversación. Ambas se levan
nzaba a ceder, dejando un aire tibio y agradable q
y los últimos rayos doraban las par
rrer el porche cuando vio llegar a Susana Mor
rónica -saludó con una
rto. Me alegra que hayan decidido hacer esa pijamada -dijo la
eguntó Susana m
avor. Pasen bonito, pero ya a las doce, a d
Prometido -respond
es en el suelo, unas colchas limpias, y en una esquina tenía una cajita con esm
da-. Mirá todo lo que tenemos para esta noc
ijamada con alguien -respondió Susana
alda con una camiseta vieja de caricaturas y shorts; Susana
Esmeralda, y comenzaron a maquillarse. Entre risas y experimentos con delineadores torcidos
as, parecen orugas! -dijo Esme
usana, muerta de risa también-. Pero vos
las, aunque s
de los años 90, de esas que hablaban de amores imposibles, besos robados y corazones rotos. Cantaro
fresco de tamarindo. Se sentaron en el colchón, desmaquillándose un poco mient
chico rico se enamoraban, pero sus familias no querían que estuvieran juntos. Las chicas la vieron con aten
y la habitación quedó en penumbra, con solo la luz t
a apoyada en una almohada-. ¿A vos te gusta algún
edó pensando, m
e gusta nadie -dijo al
lindos, tu cabello largo, sos morena, sencilla, y tenés un carisma que m
e habla con intenciones románticas... y sinc
uien que te acompañe al parque, a
ara algo más. Vender lotería en las mañanas no es fácil, y después venir al coleg
ó en silencio.
. Sos buena persona, y
. ¿Y vos? ¿Te
ico en la calle donde vivo que me
ada, jugando con la tela de la sá