Desencadenada de un matrimonio tóxico
o mi garganta, crudas y desgarradas-. ¡Ab
abia y terror. Estaba usando la vida de mi
Simplemente levantó
transmisión e
a. Iba a transmitir mi humillación. Iba a hacerme rep
os para darse un festín con mi miseria. La sala de estar, una vez un santuario, se transformó en un escenario público para mi tragedia personal. La
al. Mujeres con las que me había enfrentado por las pasadas aventuras de Donovan, rivales por la atención
tus... problemas -ronroneó una, sus oj
blicamente por coquetear con Donovan dio un paso adelante.
ha caído, ¿eh? -gruñó, y antes de que p
enerse en pie. Otra mujer se rió, luego me ti
a detalle agonizante fuera capturado. Estaba dirigiendo el espectáculo, su obra maestra de crueldad. Sus ojos, usualmente tan llenos de vida, ah
sadas, mi energía completamente agotada. La enfermedad me estaba comiendo viva, dejándome sin fuerzas para contraataca
asaban ante mis ojos, un río de odio y juicio. "Se lo merece". "Finalmente recibe lo que le corresponde". "Jazmyne es mucho mejor de todos modos".
ligeramente sobre mi hombro, un gesto de falsa preocupación que se sintió co
ida de triunfo-, suplica. Suplica el perdón
rostro una máscara de fría indiferencia. No me salvaría. No intervendría.
azmyne había insistido en que usara amontonándose
n-, yo... me disculpo. Con Jazmyne. Con todos los que he
o, calientes y humillantes. Esto
o, un destello de algo en sus ojos, ¿era lástima? ¿Sat
n restablecidos. Tu ma
ta de emoción. La trans
, una sonrisa triunfante
de aquí. Este sórdido
odillada en el frío suelo de mármol, m
. Una enfermera, con el rostro sombrío, cor
re. Ella... no lo logró. La
io, mi humillación, todo fue en vano. El último hilo que me conectaba a una apariencia de vida no
agonía, de una desesperación tan profunda que sentí como si mi alma estuviera siendo arrancada de mi cuerpo.
u curiosidad morbosa satisfecha. Mi cuerpo temblaba incontrolablemente, mi visión borrosa por las lágrimas. Miré la espalda d
ón. ¿Quería que estuviera rota? ¿Quería que desapareciera? Bien. Lo haría. Pero no de la maner
ceptor-, necesito tu
mi rostro, magullado y surcado de lágrimas, pero ahora desprovisto de miedo.
tranquila, resonando con una finalidad escalofriante-.
o alrededor de mi rostro. El concreto de abajo me
to. Los gritos se desvanecieron.