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Desencadenada de un matrimonio tóxico

Desencadenada de un matrimonio tóxico

Autor: Gavin
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Capítulo 1 

Palabras:2218    |    Actualizado en: 15/12/2025

iempre iba un paso por delante, atrapándolo en el act

a salvarme con un trasplante de médul

amiento médico crítico de mi madre. Me obligó a disculparme públicamente con Jazmyne, humil

tu acoso a Jazmyne. Te disculparás por tu comportamient

ia muerte saltando al Río Pánuco

él creyera qu

mientras navego por la retorcida realidad de que mi supervivencia depende

ítu

a tenerlas. Ese era el chiste cruel de la élite de San Pedro Garza García, la verdad susurrada que me seguía por cada pasillo dorado y cada con

s me amaban. Mi imagen, meticulosamente elaborada y ferozmente protegida, era la de una mujer que no se quedaría de brazos cruzados. Era u

y los flashes de las cámaras

-se burlab

a -se compa

aba, la silenciosa desesperación por aferrarme a una

ada del Valle. Sus cámaras destellaban, sus preguntas eran un bombardeo de acusaciones. Esta vez tenían pruebas irrefutables: fotos, videos

cho, que sentí como si mi sangre se hubiera convertido en hielo. El silencio que siguió a mi falta de reacción fue más fuerte que cualqui

vivo desde su oficina, me llamó de inmediato. Su vo

? ¿Ni fuegos artifi

nado su drama cuidadosamente orquestado. Él esp

ije, mi voz plana, casi ir

un cansancio que se filtraba en mis

n cansada

ia, imaginé, se extendió

inalmente se rinde -musitó, con un filo

ión, como una señal de que finalmente esta

é, mi voz desprovista

no era para él, ni para Jazmyne. Era para

, un sonido que me

ay algo que nec

dejando que el

ás que una si

alabras del doctor, retorciéndolas en una parodia grotesca de esperanza. Sabía exactamente a qué se

ovan, su voz goteando posesividad-

orciendo el cuchillo. No tenía idea de que lo est

verdad impresa en blanco y negro me devolvía la mirada: Leucemia Mieloide Aguda. Y el escalo

ilencioso atrapado en mi

ada, Ava. ¿Te quedaste s

una reacción. Siempre querí

rga escapó d

a, Donovan. Aterrada, tal vez

un pequeño corte apareció en mi piel. El dolor físico

e caridad cuando sorprendió a Donovan coqueteando. La Ava que avergonzó públicamente a una socialité por atreverse a enviarle un mensaje de texto sugerente. Había luchado c

r que sus traiciones significaban que yo era de alguna manera menos. Ahora, con este nuevo y aterrador diagnóstico, las batallas superficiales parecían absolutamen

a ajeno, se acl

o, Ava. De ahora en adelant

lvió más frí

s cuentas conjuntas. Todas t

obre la mesa de centro. Estaba haciendo esto mientras yo sostenía

su paciencia agotándose-.

dí, mi voz todavía inqu

o. Las facturas médicas de mi madre. Su

bre. La voz de Donovan se suavizó

zzy. Le dije

a casa. Era un nuevo nivel de falta de respeto, una nueva forma de guerra psi

culada. Llevaba un traje sastre, un marcado contraste con mi propio y cansado vestido de noche. Él usualmente man

Jazmyne, sus ojos lanzán

a. Me veía como un obstáculo. No sa

hacia él, una exhibición teatral de afecto-. Ava

a "reglas", un dis

ia de Donovan, dio un paso adelante.

ificial-. Entiendo que ha estado esparciendo algunos ru

cer la agresora, la esposa celosa que no podía manejar el éxito de su marido. Mi sangre comenzó a hervi

cosa -logré dec

La energía simplement

n sonido delica

estado tratando de sabotear mi carrera, t

ia Donovan, insinuando

áculo, puso una mano en la part

nte duro, Ava. Y francamente, tus

olpe físico. ¿Disruptivos? Mi vida entera había s

ón se nubló por un momento. Esta era mi nueva realidad. Mi c

preocupación, cruzó su rostro por una fracción de segundo, antes de endurecerse en una

ñora Anderson?

embargo, solo

dramática, Jazzy.

otra de sus actuaciones. Se negó a

susurro-. Necesito hablar contigo

a desesperada, pero se perdi

aciente-. Tu acceso está cortado. Si quieres

sonrisa cruel extend

úblicamente. Con Jazmyne. Por tod

¿La mujer que se acostaba con mi esposo, la mujer que era mi

lágrimas brotando de mis ojos, no

voz fría e inquebrantable-. O el cuidado mé

debilidad, mi talón de Aquiles

pendiendo de un hilo. Mi orgullo, mi dignida

a palabra rasgando mi gargan

ápidamente reemplazado por el triunfo. No esperaba que cediera tan fáci

e ahora sonreía radiante-. ¿Ves, Jazzy? Fi

más cerca. Mi mirada se detuvo en sus figuras en retirada, la imagen perfecta de la

llegó por correo esa misma tarde. Era astronómica. Los números nadab

doctora, la Dra. El

tu plan de tratamiento. Lo

mi voz hueca-. Tod

! -exclamó, su voz llena de alarma-.

rrumpí-. Pero n

rle sobre Jazm

ersistente. Donovan acababa de irse con Jazmyne, su nueva conquista, su arma c

dedos volando por la pantalla. Abrí una nueva ventana del navegador. "Abogado de divorcios. San Pedro Garza García". Las pal

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