El amor nunca muere
tt, fue interrumpido por una voz fuerte. "¡Hola! Eres tú", Debbie se
o apartó a un lado antes
eñora Hilton, ¿qué ocurre? El señor Hilton aún
y Carlos habían estado casados durante tres años, p
falta. Ya le pedí a Philip que le entregara el acuerdo de divorcio
el señor Hilton?". Emmett estaba tan sorprendi
cerebro. Carlos era un hombre adinerado, ¿por qué
o tímidamente: "Sí. Pero para evitar malentendidos innec
rlos acababa de pagar lo
nterior, su expresión se volvió sombría. Comentó con frialdad: "Emmett, no me importa cuál sea tu relación con ella. Pero quiero
n...", respondió E
ga con aire de suficiencia antes de que Emmett pudiera continuar. Era evidente que estaba encantad
os quería echar a D
r Hilton, e
la esposa del propietario de Shining International Plaza. ¿Cómo podría hacer e
evió a decir nada más. Se giró hacia los guardaespaldas que esta
tés con Debbie. Se sentía muy desdichado por es
conversación de los demás, así que
pués de decir eso, Debbie agarró la bolsa de comp
ejarse con un atisbo de con
esión. Tomó a su acompañante del brazo y dijo suavemente: "Señor Hilto
cia Emmett y ordenó
as y caminó apresuradamente hacia
igos ya estaban en la entrada d
a Dixon. "Chicos, gracias por ayudarnos con las bolsas de la co
caer exageradamente en los brazos de Dixon, que est
a confundido. Debbie se estaba c
ra y la mitad del otro, y solo pocas person
Debbie cuesta más de diez millones de dólares. Por supuesto que
podía permitirse invitarlos a una comida en Alioth, pero no era nada fácil conseguir una mesa allí. Había que reser
es importantes a una comida en Alioth, tenía que reservar co
Carlos, su esposo, sacó abiertamente a otra mujer de compras y le compró todo. Si no se equivocaba, cada una de
que solo era una estudiante y que no necesitaba tanto dinero, así que solo tomaba una pequeña pa
estaba con él le bastó decir una palabra para que él pagara todo lo que ella compró. Debbie era la esposa de Carlos, ¿por
rse de él, ¿por qué no aprovechar esta opor
sobre el restaurante. Pensó que lo menos que podía hacer era inv
u teléfono y l
olvió hacia ellos de nuevo. Sus amigos, que acabab
ijo con tranquil
reguntó Kristi
spondió: "Los invi
antó para gui
ás tarde, lleg
l salón privado reservado a su nombre cuando e
adiaba una presencia tan impone
ivorcio, sentía que ver a Carlos era más difícil que subir al cielo. Pero desde
staba apareciendo deliberadamente frente a ella
nla de
alabras devolvieron a
rente y explicó con nerviosismo: "Señor Hilton,
zo a los estudiantes, señaló a Debbie y ordenó: "Emme
empo, casi se echó a reír. Seguía pensand
no conocía a Debbie para nada, ¿por qué siempre se ponía en su
la paciencia. Le lanzó una mirada fulminante y preguntó: "Emmett,
instante: "No, señor Hilton. No es eso.