El amor nunca muere
irada de Debbie y
uedó mirando el labial. Luego, fingiendo calma, le pre
, Kasie la agarró del brazo, emocionada, y exclamó: "¡Tú y
que está al lado del señor H
bbie, ¿el señor Hil
dos amigas con e
ó. "No creo que te quede bien. Al fi
ver quién había hablado y descubrió que
onocían?', p
icas, del brazo de Carlos. Extendió sus delgados dedos con las uñas esmaltadas y tomó con
iba abajo con una sonrisa
e una estudiante universitaria que pr
a esa mujer? Sí, es hermosa, pero no e
qué me miras así? Además, ¿cóm
manos a Olga. "¡Voy a pagar esto
al de punto de venta y pasó la tarjeta de Debbie
e así? ¿Quién te crees que eres? ¡Deberías conocer tu lugar antes de ir de
rar en un establecimiento tan agradable como este? ¿Quién te dio derecho a mirar a los dem
como la hija más consentida de la familia Moran, siempre había tenido gente lamiéndol
se a Carlos. Haciéndose la víctima, le hizo un puchero a Carlos y le
no yo", replicó Debbie, negando con la cabeza hacia
supo cómo responder. No le quedó más remedio que pedirle ayuda
ención, se dio cuenta de que era la
ieran esperando a escuchar lo que iba a decir. Sin embargo
ión agraviada. Quiso decir algo, pero tuvo
s miraba a la chica, más familiar le resultaba. De repente, una idea le vino a la cabe