La venganza gélida del Capitán de Aspen
FU
quí un símbolo desafiante en la espalda de ella. No miraron hacia
mí, las pantallas de los celulares brillando en la dura luz. Sabía lo que esto significaba. Este video, esta humillación, estaría en internet en cuestión de minutos. Yo s
ortaba ya. El ruido externo, las opiniones de extraños, todo era solo estática de fondo. Mi mundo se ha
solo tenía frío físico; mi alma estaba congelada. Diez años. Diez años de mi vida, perdidos. Invertidos en un hombre que sim
omo plomo. Solo necesitaba salir de allí. Lejos de la lástima, de las m
o. Temblaba incontrolablemente, mis dientes castañeteaban tan fuerte que me dolía la ma
clima", dijo, con voz suave. "¿Está
una sonr
n error mu
cubiertos de nieve pasar borrosos. ¿Cómo
Incluso le había propuesto matrimonio, pensando que diez años de apoyo inquebrantable merecían un compromiso de por vida. Qué tonta fui. Había invertido cientos de miles
ias capas de mantas antes de poder empezar a descongelarme. El
sillo, sus voces alegres y despreocupadas. Entraron en la habitación, Chlo
fá, envuelta en una manta. Sost
esaste. Te trajimos algo de
e distante, como si
ntes de que
bolsa, l
Es lo que sobró de tu cen
ió el
ecíficamente. Pens
regó l
asado pesado en el aire. In
ue no como corder
sorprendido, luego se
idado. El restaurante debe ha
echar
ta. La cabeza me empezó a doler de nuevo. La caída, el fr
hamarra, se agarró la g
¿Es contagioso? Soy tan susceptible
temerosos, se movían
e ser muy grave, especialmente
ocupación. Inmediatamente atrajo a Ch
ndremos cuidado. ¿Cómo evit
ego miró a Gonzalo, sus ojos
separada esta noche. Solo para estar seguros. Para q
sintió rá
ea, Chloé! Eres
vió ha
ra habitación. Solo por la
película. Me estaba dejando, enferma y sola en nues
grité, con
rta, girando lentamente.
Espero que no vayas
pre el protec
nseguir dos habitaciones separadas
isa áspera
na habitación, con una e
Gonzalo se
es sufi
Ana, no seas tonta. Solo vamos a discutir su
me martilleaba, el cuerpo me dolía, pero u
voz baja y firme. "Soy la Capitán Ana Fue
ó, un sonido
¿A quién le importa? Esto
ar, pensé, una sonrisa sombría formándose en mis labios. Y mi esposo es un civil, pero Chloé... ella también es una civil. Pero si
lda. Él ni siquiera se despid
antalla brillaba en la penumbra. Busqué en mis contacto
o tu ayuda. Gonzalo y Chloé acaban de irse. Creo que van a un hot