Demasiado tarde para tu propuesta

sa

a parte de mí, la vieja e ingenua yo, casi le creyó. Casi esperó que tal vez, solo tal vez, él realmente se arrepintiera de todo. Solía caer en su trampa cada vez. Las p

. Era el teléfono de Brenda, vibrando insistentemente en su bolsillo. Lo mi

na comunicación silenciosa pasando entre ellos, una mirada apresurada y cómplice. "Se pregunta si todaví

irigiéndose a mí, una cruel estocada. C

los, mi amor, tal vez deberíamos irnos. Es obvio que Eli no aprecia nada de lo que haces. Mírala. Fría como el hielo". Se

vámonos. No te merece. Te mereces a alguien que sí valore una pulsera d

genuina confusión, quizás incluso arrepentimiento, parpadeó en su mirad

casi imperceptible vuelco.

te pisotee de nuevo? ¿O finalmente vas a tener agallas y darte cuenta de lo que estás

vez, un patético destello de indecisión, luego s

o no para quedarse. Fue un gesto de desafío, dirigido a mí. "

amento se cerró de golpe con un ruido nauseabundo, haciendo vibrar los marcos

sola. D

esado en el aire. En la barra de la cocina, la elaborada cena que había planeado todavía estaba a medio preparar. Su pollo rostizado favorito,

Lo había cocinado, después de todo. Él esperaba que l

omer. Comí lentamente, mecánicamente, cada bocado una lucha. Los ricos sabores se

copas de champán en el telesquí. "¡Salud por los nuevos comienz

do mientras Brenda le limpiaba juguetonamente la nieve de la cara. "Algu

Estaban disfrutando de mi fin de semana, el fin de semana por el que le hab

cado, un perverso acto de autocastigo. La comida se se

e. Tropecé hacia el baño, desplomándome sobre el inodoro, vaciando el contenido de mi estómago, las lágrimas c

ación superficial. Cada pensamiento era una tormenta caótica, cada recuerdo una herida fresca. No podía c

rtable. Un dolor agudo y punzante que me doblaba en dos. L

? ¡Suenas fatal!

ndo mi visión. Emilia, bendita sea, estuvo allí en veinte minutos. Me enc

ra para mi miseria. Me conectaron a un suero, el líquido frío filtrándose en mis venas. La doctora, un

esión emocional, verdad?",

incapaz de fo

unzante en el estómago, no pude detenerme. M

contra un amanecer impresionante, encaramados en la cima de una montaña. "Algunas personas simplemente hacen que todo sea me

n sus ojos. Se veían felices. Despreocupados. Como si yo nunca hubiera existido. Los comentarios llovía

s comentarios, les había dado "me gusta". Mientras yo estaba en urgencias, luchando contra una enferme

te y deliberada. Él le estaba permitiendo humillar

habitación estéril e impersonal, una profunda claridad me invadió. No se trataba solo del viaje de esquí.

de mí. Eligió dejar que Brenda me d

o era nada comparado con el vacío completo que se instaló en mi corazón. No solo me rom