icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
Mi Corazón, Su Repuesto

Mi Corazón, Su Repuesto

Autor: Gavin
icon

Capítulo 1 

Palabras:1814    |    Actualizado en: 27/11/2025

a velocidad que iba directo hacia mí. En ese instante, supe que lo amaba

la verdad. No me había salvad

lo era la "mejor opción" para el

ara mantener a su donante de órganos segura y dócil. El hombre que y

trampa cuidadosamente construida, y yo hab

murió en ese pasillo estéril de hospita

hielo-. Estoy lista para considerar

ítu

a Gar

ió Damián. Se convirtió en un escudo humano, lanzándose entre el coche y yo, recibiendo todo el im

vigilantes, estaban fijos en mí. Siempre en mí. Una protección feroz que yo siempre había adorado en sec

Realment

enas, una visión del futuro parpadeó ante mí. Un futuro con él. A salvo. Amada. Una vida

emasiado brillante, y mi cabeza palpitaba con un dolor sordo y persistente. Mi cuerpo s

é, mi voz era

er de rostro amable, s

za. Tómelo con calma. Ha s

ando incorporarme-. ¿Es

más graves. Está al final del pasillo -explicó, emp

ón latía con una ur

habi

iendo la terque

07. Pero por fav

las. Vestida con una endeble bata de hospital, salí arrastrando los pies, aferrándome a la fría ba

la estrecha abertura, la vi. Adriana. La hermana adoptiva de Damián. Estaba sentada al borde de su

rado y brillante, casi imperceptible, que conectaba a Damián y Adriana. Pulsaba, una cuerda vibrante y viva, ir

staba viendo eso? Mi cabeza todavía estab

abrieron con un aleteo, un ge

rostro. Se inclinó hacia él, su voz

despierto. Ay,

mor recién descubierto, de repente se sintió helad

lce, ahora tenía un filo cortante-. ¡Pudiste habe

acariciando su cabello, un gesto tan

aznó, con la voz forza

só. No era el dolor de mis heridas. Era algo mucho peor. Adrian

hubiera pasado... ¿c

corría como agua helada por mis venas. Adriana. La dulce, tímida y crónicamente enferma Adriana. Los medios la adoraban, presentá

án era baja, a

rmitirnos perder nuestra m

valiente. No era amada. Solo era una donante de riñón. El mundo se inclinó, el impecable pasillo del hospital se tambaleó. Mis piernas se sin

do a las enfermeras desconcertadas, hasta que encontré una sala de espera desolada. Me derrumbé en una dura silla de plá

e de riñón". Las palabras se repetían,

do y entró Damián. Se veía pálido, un vendaje asomaba por debajo de su camisa, pero su postura seguía siendo fuerte, inquebranta

ijo, su voz suave, tranquili

acia Adriana, que ahora estaba de pie tímidamente en el umbral. Se apretaba a su alrededor, un agarre posesivo, incluso mientras Damián se sentaba a mi lado. No era amor por m

habitación, su voz e

cho por ti. Ojalá yo tuviera a alguien así. -Sus ojos, sin embargo, c

ó una mirada d

stes a Ximena. Ne

ua. Era una víbora. Una víbora con cara de ángel. La chica ingenua que había en mí, la que creía en cu

mano de la

-dije, mi voz plana,

ello de algo, quizás pr

gura? Pued

ápidamente, su mano e

sar. Ven conmigo, tú también necesit

detuvo en mí un moment

ama. -Me dedicó una sonrisa f

as cedieron. Lágrimas silenciosas corrían por mi rostro, calientes y punzantes. No por él. No por el amor que

ico, disciplinado. Yo era solo una adolescente rebelde entonces, molesta por la vigilancia constante. Pero había alg

nte menor años atrás, un conductor imprudente. Damián me había empujado fuera del camino, recibiendo el golpe en su hombro. Le había restado importancia

siempre observando, siempre protegiendo. Pensé que era amor. Mi padre me había advertido sobre involucrar

eguntado innumerables veces, queriendo devolver

gar donde quedarse, algo de apoyo". Mi corazón se había hinchado. Estaba emocio

l, con ojos grandes e inocentes. Había sentido una inme

construida, tejida lenta y meticulosamente alrededor de mi inocente corazó

oderó de mí. No más. Esto se acaba ahora. La revelación era una verdad dolorosa

Obtenga su bonus en la App

Abrir