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Cuando el amor muere y los recuerdos se desvanecen

Capítulo 3 

Palabras:2054    |    Actualizado en: 14/11/2025

ista de So

llenó mis fosas nasales, devolviéndome a una realidad de la que deseaba escapar. Mi cabeza palpitaba y mi cuerpo se sentía pesado, como si es

o. "Sufrió un episodio severo inducido por el estrés, agravado por un agotamiento extremo y desnutrición

ra un cóctel complejo de miedo, incredulidad y un destello de algo indefinible. Ocho semanas. Eso significaba... la noche de nuestro aniversario. La noche en que había in

ta reposo absoluto, nada de estrés y una nutrición adecuada. Cualquier complicación adicional podría llevar a un a

Toqué mi vientre aún plano, una extraña mezcla de emociones me invadió. ¿Cómo podría traer un niño a este mundo? ¿A su mundo? Pero enton

io privado. "Sofía, necesito un heredero. Cristóbal es... complicado. Cora no es adecuada. Tú, sin embargo, posees la fuerza y la integridad que esta

tar a la señora Del Monte. Era esto. Esta era la única oportunidad.

e, cuando finalmente respond

no me contactaras a menos que

mi voz temblando, "yo... es

uego un jadeo. No de sorpresa,

lena de una alegría que nunca antes le había oído. "Esto lo cambia todo. Mi equipo legal se pondrá en contacto para finalizar

mareó. Libertad. Mil millones de pesos. Era real. Podí

oras después, una llamada frenética del

se ha deteriorado rápidamente. Necesitamos

zón se

ido transferidos?", pregunt

u voz teñida de lástima. "No hay registro

fondos, como parte de su acuerdo de subrogación. Él sabía lo urgente que era. Él lo sabía. La ir

emblando tan violentamente que casi se me cae el teléfono

una reunión, señorita Garz

uebrándose. "¡Mi abuela se está muriend

stente, su voz plana, desprovista d

mi abuela. La traición era una herida fresca, profunda y supurante. Todas las veces que me había sacrificado

eración, finalmente logré comunicarme con él. Su v

ofía? Te dije qu

é, mi voz ronca, las lágrimas corriendo por mi rostro. "¡Los fondos no han sido liberados!

o, un sonido de

romesa. Y francamente, estoy cansado

ra! ¡Por favor, Cristóba

mi orgullo destr

adora. "Algo que he querido durante mucho tiempo. Cora. Está vi

hora, cuando mi abuela estaba en su lecho de muerte,

zón por la que me odias. ¡Se llevó el crédito por mi sacrificio!", logré decir, l

onido áspero

Ella es mi salvadora. Tú no eres más que una cruel imitación". Hizo una pausa, su voz volviéndo

costillas. Tenía que hacerlo. Por la abuela. Cerré los ojos, imagina

bor amargo en mi boca. "Lo haré. Solo... promé

o escalofriante. "Una vez que Cora e

lg

scribí una súplica corta y desesperada. "Cristóbal. Estoy embarazada. Este es tu bebé. Por favor, no hagas esto. Mi abuela te necesita. Nuestro bebé te necesita". Pre

ando. Su respuesta fue una sola y escalofriante frase. "Sofía, no finjas que ese es

. Negó a nuestro hijo. Me dijo que me deshiciera de él. Todo el dolor, toda la humillació

r que realmente podría importarle. Recordé la noche en que nos casamos, una unión forzada, sí, pero por un breve momento, un destello de vulnerabilidad en sus ojos. Me había ab

rme en ella, de verla en mí. Estaba tratando de reavivar un amor que no era mío para empezar. Me estaba usando, no solo para la subrogación, s

la esperanza de que algún día lo supiera, que lo entendiera. Recordé el acuerdo secreto con la señora Del Monte, la promesa de mil millones

parte peligrosa de la ciudad para recuperar un artefacto raro y robado de una banda notoria. Los callejones eran oscuros, el aire espeso de amenaza, y los hombres a los que me enfrenté eran despiadados. Recuerdo la fría pres

feo. Ella había sonreído, una sonrisa deslumbrante y victoriosa, completamente ajena al terror que acababa de soportar, a los cortes y moretones ocultos bajo mi ropa. Los observé, mi corazón un dolor hueco en mi

El peso de todo me aplastó. Dejé caer la cabeza sobre la almohada, las lágrimas fluyendo libremente ahora, calientes y silenciosas. La fría y dura verd

na súplica desesperada, una prueba final de su humanidad. "Cristóbal, por favor. Mi abuela.

desprecio. Deja de molestarme. Si tu abuela muere, es tu culpa por no traerme a Cora lo suficientem

tal. La esperanza, el amor, el aferramiento desesperado a un futuro que nunca se

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