La Princesa de Mafia
staba viendo. Pensaba seriamente en cómo decirle que ahora iba a casarme. Por supuesto, esa no era un
argo, tenía que contarle, y mejor que lo supiera por mí que por cualquier otra persona; so
re cruel y despiadado, y no estaban del todo equivocados, por supuesto. Pero esas personas no conocían a mi madre en su momento más rabioso. Amaranta Ivank
enojada sin sufrir las consecuencias de su ofensa. Así que
ando a los hombres que venían detrás de mí y
respondió el Boss, acercándose a su e
azules que parecían ver el alma de quien estuviese frente a ella. Mismos ojos
sabía perfectamente que esa era solo una fachada; lo hací
había funcionado conmigo y con mis hermanos. Suspiré y cu
entristecido, se dio cuenta de que algo grave pasaba. Ordenó a los voyeviki que
ejé caer sobre la cama, ocult
. Aquellos orbes azules se abr
s a casar? -cues
y ocurrió un accidente
idente? -indagó, e
nos encontró esta mañana en u
le rápida y censuradamente lo que había pasado, confesándole que mi futuro esposo sería Alo
matrimonio? -continuó con el inter
, lamentándome-. ¿Puedes ayudarme a evitarlo? Sabes que mi meta sie
solo unos instantes; sus ojos se e
uda alguna esta no es una de ellas. Algo muy grave debió haber ocur
onada. Si mamá no podía
que tu padre te ama
s los hechos recientes. Sin emba
jocoso para alivianar el ambiente-. Siempre pensé que a ninguno de
ado antes, y probablemente cualquiera que los viera diría que su tiempo ya había pasado. Su matrimonio fue algo arreglado: mamá necesitaba
que nacemos. Papá y mamá siempre nos dijeron que nuestro ambiente era de violencia, san
ser parte de esto y se con
uesto que confiaba en que haría lo que fuese necesario para mantenernos
o. Esa idea me molestó y no ente
ostrándome
e que el resto de los clanes se pondrán en contra si se enteran de lo que suce
anización avanzada comparada con otras, pero ni los polacos, los italianos, los rumanos ni los franceses aceptarán que se
eraba que el tiempo pasara lo suficientemente rápido. También me sentía culpable por arrastrar a Alonzo
que estaba pensando,
o temprano solo tenemos dos cosas aseguradas: la muerte y un matrimonio por conveniencia -comenzó a m
y un espía acorde,
nio puede convertirse en un campo d
tro será una guerra. No me a
apreciar a tu marido, al me
ue estar atada a él? -Mamá hizo s
se les olvide todo esto. Tampoco estarán felices de que te divorcies
strándome
ués de eso, pasamos toda la tarde conversando algunas cosas. Me mostró varios vestidos y lug
leza. El invierno estaba a la vuelta de la esquina, por lo que hacía demasiado frío, pero decenas de hombres entrenaban como si
bía pocas mujeres, no porque no fueran aptas para el trabajo, sino porque muchas de ellas ten
renaba con ellos. Los voyeviki eran mi familia tanto como mis hermanos y mis padres. Al verme, varios de ellos me mostraron respeto c
ometidas. Llevaba unos monos de chándal y una franela negra; mis pies estaban descal
ando, y otro de ellos servía de árbitro. No pasó mucho tiempo antes de que uno golpeara
l ring, pasando mis pi
r conmigo? -lo reté co
r la hija del jefe. Todo lo contrario, siempre dejé clara mi postura: era la hija de su
tus armas? -preguntó. Su rostro estaba lleno de
acercado hacia nosotros, emocionados por ver a la princesa
ntrincante hizo lo mismo y, en cuanto el pitido nos dio