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NOCHES ROJAS EN RUSIA

Capítulo 4 EL SECUESTRO

Palabras:1936    |    Actualizado en: 05/11/2025

IT

e, blanco perla, tan pulcro como el futuro que debería representarme, pero sé que en el fondo estamos cubiertos de barro y

cortinas de encaje en el piso superior. Sé que ella está ahí dentro, ultimando los detalles que la convertirán legalmente e

sé que será espectacular. No es solo una novia; es la pieza central de mi alianza, la razón de mi guerra y, la única debilidad que no pue

cir el papel: el novio tranquilo, el jefe inquebrantable. Pero mi corazón late un ritmo ajeno, impacient

l intercomunicador

riesgaras, Boss -escucho

de un escritorio, Demian -respondo en voz baja. Este tipo de obje

a proteger

n ate

as, el perímetro y todo está listo. N

uerdo

mansión. El momento es inminente. Est

de caoba se abre con lenti

ella. An

l busto y cayendo con gracia fluida, resaltando cada curva. Su cabello rubio, generalmente indomable, está recogido en un moño b

ando la lujuria con la adrenalina del atraco. Aprieto los puños para controlar el impu

n sus ojos, pero encuentro solo una determinación fría que me iguala. Es la hija de un jefe, y está lista

descienda y capto algo que no estaba en el plan: no viene

tenemos

o. Por el dron -

su madre lle

-le digo a

s -anuncia ella, con un ton

-respondo, ocul

o creer lo bella que es. La había visto solamente por fotos y videos que me enviaba de sus rut

dre. Yo también lo hago, sentá

negras más. Son mis hombres, ya posicionado

propiedad, Antonell

rio que me aco

la -dice su madre, Ania, con voz cansada-. Creía qu

hombre que es un asqueroso y u

eto el volante con tanta fuerza q

a frialdad que me hiela la sangre-. No debiste torear a Ant

tuan se atrevió a golpearla. Sigo escuchando en si

cabeza, su voz es baja,

nunca. Que este matrimonio simplemente sería una transacción más, pero que dentro de la mansión, seríamos completamen

car todas esas pruebas que, según tú, tienes

as sobre Antuan y su padre Fabricio? Esa información me inte

madre con una frialdad q

má, me aseguro de que mantenga sus sucias manos aleja

en ella; solo un carácter de acero. Me encanta esa resistencia, la forma en que lucha por sus ideales y defiende su inte

una belleza indomable. Pienso en las pruebas que tiene. No es solo una novia; es una amenaza an

planeado. La carretera se estrecha y n

madre de Antonella, su voz es inic

atención. Sig

ra, ahora con un tono alarmado-. Esa no es l

esiono el botón que pone los

ico se

endo! ¡Inmediatamente le ordeno

ce absolutamente nada. Su rostro es ine

del asiento y extraigo una bolsa de lona

or de Dios! ¿Qué está

no me pienso casar -dice A

o seco. Debajo, lleva un corsé de compresión, bajo el cual se pone rápidamente una playera negra que saco de la bolsa. Termina de desvesti

mira,

ías planead

dimiento-. Y es una lástima que estés dentro de

Antonella baja por su lado. Rodea el auto

to! Por favor, recapacita y piensa las

detiene frent

da no le pertenece a él. Solo mía. Y yo haré con ella lo que quiera. No me voy a obligar como lo hiciste

rompe e

favor! -so

con una fuerza que bu

, por favor. Sol

n un suspiro

a dejar aqu

los autos te llevará de regreso, o llegarás a la iglesia. Dirás que me escapé, que fui forzad

olls-Royce se pone en movimiento ahora. Dos de mis camionetas nos siguen de cerca

scucho una exhalación

a mil -confiesa ella,

y concentrado en

erdad? -pregunta ella, rom

en si

las. ¿E

azos en un gesto am

y li

misa negra, los leggings, la sonrisa salvaje en su

a la impaciencia-. Dime tu nombre. Es de mala educació

ciendo, co

eses de comunicación y jamás has dicho tu nombre.

hacia pasar por e

u amigo-silencio

eses

ctimas -respondo finalmente, mi vo

tala en el auto, p

sangre abandona su rostro; palidece

-pregunta, su voz e

a con la suya en el espejo, y la mantengo firme-.

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