Demasiado tarde para su disculpa
Solí
Para el chico que amaba, yo ya no era una persona. Era un problema que resolver. Un
pués de que ganamos el campeonato estatal de debate. Él tallando nuestras iniciales en el viejo roble detrás
eor, era una verdad que s
rta se abrió con un crujido. Joshua estaba allí, recortado contra la tenue luz. Su rostro estaba pálido, y u
cargada de una culpa que
ndome antes de que sus dedos pudieran hacer contacto. El retroceso fue instintivo, un
a. "Te lo compensaré. Lo juro. Después de que te mejores,
Estaba hablando de un futuro que ya no existía, un plan que había sido hecho trizas por un fantasma
lcro y ordenado que habíamos hecho. Y ahora que el
blanco frente a mi cama, mi corazón
. Me trajo revistas que no leí y comida de hospital que no pude tragar. Se sentó junto a mi cama durante hor
en la esquina de la habitación, un brillo en el aire que solo Josh
ajo. "Está sola en esa casa grande y vacía. Su m
respuesta, sus nudillos blancos mie
o con suavidad. "Está durmiendo. Amelia está teniendo u
a delgada manta, escuchando la batalla por el al
. Regresaba horas después, oliendo ligeramente a un perfume floral barato que sabí
tarde. Había prometido volver para ayudarme en mi primer
to. No era de él. Era del mismo núme
cina, explicándole pacientemente un formulario de ayuda financiera a ella y a su ma
almadita en el brazo. "Con todas las facturas médicas d
reció debajo del video. Un
madre. Todas. Dijo que era lo menos
is costillas se estuvieran rompiendo. Todos nuestros secretos compartidos, nuestro lenguaje privado, nuestra historia, todo estaba siendo reutili
no había
ara es tan afortunada de tenerte", dijo, su voz teñida de
su voz distante. "Es independiente. No me necesita como...". Se int
e nec
me había enorgullecido de ser su compañera, su igual. Nunca se me había ocurrido que mi fu
n en el Tec y mi prome
e fuera mejor. La estaba eligiendo porque era más débil. Ella lo hacía sentir como un h
o, el moretón en su mandíbula ahora de un amarillo enfermizo. "Lamento lo
crédito. "Para cualquier gast
to barato de la lealtad y el amor q
el pasillo. Amelia, con aspecto frágil y pálido, apoyada
ara celebrar que saliste", anunció el Joshua
una prueba. Y como todas las demás, la falló. "S
ntentó. Realmente lo hizo. Me sacó la silla. Pidió mi aperiti
ia suavemente desde el otro lado de la mesa, c
shua, sabes que prefiere el cóctel de camarones
ncertado. "Cierto. L
ió. Nunca había olv
. "Toma", dijo, su voz teñida de una superioridad engreída. "Te hice una lista. Todo lo que le gusta, a todo lo que es alérgicadose la boca. "¿Hicis
turo, sus fríos ojos suavizándose al
rno, su mano congelada so
llena de cosas tontas como "odia los pepinillos" y "ama el olor de los libros viejos". La había guardado en su ca
le de mi reemplazo. Todos los años que había pasado construyendo una vida con él, memorizando l
onrisa jugando en sus labios. "Lo aprenderás todo. Pasarás años memorizando cada detalle de el
do el cuaderno de golpe. "¡E
s estaban en