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Demasiado tarde para su disculpa

Capítulo 2 

Palabras:1352    |    Actualizado en: 31/10/2025

Solí

ura habitación. Era un video, enviado desde un número desconocido. Mi pulgar se detuvo sobre

lo

furia. Un par de chicos del equipo de fútbol americano estaban acorralando a Amelia Montero, riéndose y burlándose de ella. Entonces Joshu

nla en

zo, con el rostro enterra

voz un gemido patético. "Es mi culp

l instante. La atrajo en un fuer

ve con una ternura que solía ser mía. "Nunca

tamente, su expresi

Quiero poder enco

Siempre*. Era la frase exacta que había usado conmigo hacía dos años, después de que me perd

a estaba da

para construir un refugio para otra persona. Mi corazón, que pensé que ya se había hecho añicos, encontró una nueva forma de romperse. Se sintió

ar nuestras solicitudes de vivienda para la universidad. No fui. No podía. Simplemen

ando el suelo e

tamente. Los libros cayeron de mis estantes. Una grieta profunda y quejumbrosa partió el techo sob

ón que nunca debieron soportar. Mi primer instinto fue llamar a Joshua. Mis dedos ya estaban marcando su número ant

o de yeso cayó del techo, golpeándome la pierna. El dolor fue agudo y cegador, haciendo que s

o coherente fue amargo e irónico. El Joshua del Futuro había adverti

zón. Quizás yo

a voz de un rescatista, ahogada y distante, me había sacado de los escomb

aba encerrada en un pesado yeso, un dolor sordo y punzante irradia

o una tibia rota y algunos moreto

trolado. Médicos y enfermeras se movían con sombría determinación, el

onces

a visto. Su camisa cara estaba rota y cubierta de polvo. Parecía frenéti

un patético sal

brazo, pálida pero por lo demás ilesa. Y de pie junto a ellos, un fant

teñida de impaciencia. "Solo unos rasguños. Ahora, ¿qu

golpe, sus ojos escaneando la ca

Dio un paso hacia mí, su boca abriéndose para decir mi nombre. El agarre

olvió a ella. Mi momento de importan

ue conocía -o creía conocer- del chico con el que había crecido. Vio mi yeso, mi cara amoratada, y su mirada fue tan fría y

arado con la agonía de ser mirada así. Me recosté, tirando de la

preguntarle a la enfermera, su voz tensa p

la enfermera con calma. "Estará sin poder ca

hua de inmediato, con un

del Joshua del Futuro. "¿Y

cluso desde debajo de la manta. Estaba siendo partido

as. "Muy bien, señorita Solís. Vamos a llevarla a

de la bahía de emergencias se intensifi

staba cruda de furia. "¡Mírala! ¡Es

problema temporal. Amelia es la que importa. Ella es tu futuro. Clara

, seguido de un gruñido de dolor. Joshua lo habí

ello de satisfacción. Pero se extinguió casi de

en la oscuridad, con la pierna palpitando y el corazón hecho pedazos, escuché al chico que amaba pelear con el hom

gar a la esperanza, que sin importar qui

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