icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Ya no sustituta, la reina regresa.

Capítulo 3 

Palabras:1111    |    Actualizado en: 28/10/2025

a Garz

ril a antiséptico. Un hospital. Otra vez. Mi mano estaba envuelta en

Ay, gracias a D

ue siempre me había mostrado una amabilidad constante, corrió a mi lado. Sus ojos, general

ganta seca-. El doctor dijo qu

jeron que si hubiera tardado cinco minutos más en llamar a

ro se c

rdedura, que llamaran a un doctor. Pero no quisieron escuchar. Estaban todos amontonados alrededor de la señorita Hel

manos, con los n

oven Carlos me dijo que dejara de hace

pieza de repu

pierta toda la noche, cambiándole las compresas frías. Cuando el joven Bruno se rompió la pierna esquiando, fue usted quien lo llevó a fisioterapia tres veces por semana porq

no perforando el caparazón entumecido que

sa, su agenda social, incluso aprendió a hacer su sopa favorita, cuya receta solo su m

ndo un camino por mi sien hasta mi cabello. El dolor

isla un bálsamo distante y fresco en mi alma a

globos y serpentinas. El sonido de una celebración jubilosa me golpeó como un golpe físico. Estaban da

josos. Un collar de diamantes de Alejandro. Un auto deportivo antiguo de Diego. U

uerta, la risa murió. Las sonri

ndo sarcasmo-. ¿Decidiste honrarnos con tu prese

y duros-. Dijeron que era una mordedura de araña menor

do en un mal hábito para t

n una máscara de suave decepción qu

-. Helena se siente terrible por lo que pasó. Piensa que la estás culpando.

que habíamos construido, fueron borrados por ese único documento legal que tan ansiosa

Pude sentir la sangre drenando de mi cara, pero forcé mis labios en

je, mi voz inquietantemente

inquietud en sus ojos. No esperaba q

momento, He

¡La hora de mi v

nfancia de Helena. En cambio, la pantalla se llenó con una imagen de alta definición de Helena, cinco años más joven, en u

ás escandalosa que la anterior. El aire en l

y audaces, apareció una leyenda: FELIZ CU

ión estall

mó Diego, su rost

e alimentación, arrancándolo de la

rganizador del eve

de esto se filtra,

ra de horror teatral. Luego, sus ojos encontraron los míos al

dose con angustia practicada-. ¿Cómo

en blanco y se desplomó en el suelo, desmayá

teñida de pánico-. ¡Que algu

la corriendo, sus ojos se encontraron con los míos. La mirada en e

uñó, su voz una prome

Obtenga su bonus en la App

Abrir