La Novia Traicionada, la Princesa de la Mafia se Alza
AB
te, Rosa se mu
invitados. A mi habitac
red de ladrillos. Fue más que una degradación; fue una ejecución pública de mi identidad. Todos los sirvientes de la casa lo vieron. Vieron
l -y más tarde, con su voz ahogada a través de la madera cerrada de mi nueva prisión- que él y Rosa
e quemó la
de Rosa resonando desde la parte principal de la casa. Sentí que me marchitaba. La pequeña vida dentro de mí se sentía menos como una bendi
o a mi puerta. No t
is batas de seda, una sonrisa de au
o aquí, ¿no? No sé
mi odio tan palpable que parecía es
ctica diferente. Una
z ronca-. Firmaré lo que quiera
sus ojos. Era la sonrisa de un depredado
odavía no lo en
sando un dedo perfectamente cuidado por
Quiero ser la señora Garza. Quiero el poder,
olpe físico, robándome el aliento. Nunca se tra
-susurré-. Solo eres
o, la máscara se deslizó. La maldad
los De la Vega compraron para vender. Al
ra irse, luego se d
pable por encerrarte.
eléfono so
vimiento calculado, lo sabía. Una forma de que él aliv
manos temblando. Ignoré las llamadas perdidas y los mensajes de amigos. Me desplacé por mis c
Mor
años atrás, un investigador privado me había encontrado, trayendo una carta y una fotografía de un hombre que decía ser mi padre biológico. Un hombre llamado Enzo Moretti, el indiscutibl
ente. Tenía mi familia, mi vida. Había declinado cortés
ste teléfono era mi única llave. Una línea directa al
ientras se cerní
Mor
el botón