La Novia Traicionada, la Princesa de la Mafia se Alza
AB
a comer
un diamante: resolución. Miré a Vicente, al hombre que era mi esposo, y vi a un e
nuevo, mi voz
do junto a los guardias que inclinaban la cabeza ante mí por costumbre,
parada a
ado en la banqueta, con Rosa aferrada a su brazo, su rostro una nube de furia. Para un Don, ser abandona
o adelante, como si fuera a seguirme. Pero en
sentencia de mu
fundido con un hogar. Durante todo el trayecto, miré por la ventana, una extraña calma apoderándose de mí. El sueño
re el niño dentro de mí. ¿Qué sentido tenía traerlo a un mundo donde su propio padre
a nuestra habitación y comencé a hacer una maleta. Solo lo esencial. Mi
tación se abrió. Vicente estaba allí, sin el saco del
en público nunca más -di
a por encima de tu esposa nu
el cabello, una rar
scada, Isabela. Iba
Dejando que declare a su bastardo co
postura cambió. La ira fue reemplazada por una qu
s haciendo
e
no te
éfono y se lo guardó en el bolsil
cena -dijo con calma-. Es malo para
a escena! -grité, perdie
-continuó, como si yo no hubie
un sonido amargo y feo-
vi el verdadero miedo en sus ojos. No e
me -dijo, su voz ba
esgart
ron en mi vientr
rumpiera el embarazo. Miedo de que le quitara a su heredero legítimo, lo único qu
do a mí. Estaba conten
spojada de toda calidez. Salió de la habitación