La Princesa de la Mafia: Escapando de Su Mentira Mortal
lina
con los mismos labios que había usado con su amante. En el momento en que s
os papeles del alta -voluntaria, en contra del consejo méd
a contaminado. Todavía podía olerla. Un perfume floral, débil y empalagoso, que se
sido un santuario en mi mente. Aho
l libro de recetas escrito a mano de mi madre, el reloj favorito de mi padre, una fotografía descolorida
enes raíces, un hombre que le
de inflexión. "No me importa el pr
pareció. Julián. Su rostro era una máscara de preocupación, su re
taba tan preocupado". Me atrajo en un abrazo
ómago. Lo empujé, con fuerza. Mis manos estaban planas contra su pecho, y él retrocedió, no
ó, su voz un cuidados
s, y por primera vez, parecía genuinamente perdid
, dijo, con un filo de desesperación en su
daz, tan descarada, q
ía como la tumba que me estaba cavando
e recuperó rápidament
Cocinaré para ti". La arrogancia era impresionante; todavía conf
de mármol, un impulso repentino y cruel se a
ente suave. "Si no recibo el traspla
onándose en una máscara de dolor perfecto y
siquiera lo pienses. N
u camino por su mejilla y no sentí na