La Princesa de la Mafia: Escapando de Su Mentira Mortal
lina
a su abrigo caro. Llevaba un recipiente de comida para llevar, un
con voz suave. "Crema d
tomar una cucharada de esa misma crema y escupirla, quejándose de que estaba "fea". Ha
a el
evanté de la cama de un salto, mis pies descalzos golpeando el linóleo frío, y apenas llegué al baño
el azulejo frío,
tro lado de la puerta, teñida de una ansied
actuación, y yo era la
, caliente y rápida. En una hora, el mundo era un borrón de luces estériles y movimiento frenético mientras me llev
e voces susurrantes. Julián y su primo, el Dr. Bruno Fuentes, estaban en la pen
tensa. "Esta fiebre... puede que no dure un mes
ego la voz de Juli
ata que la familia del donante se echó para atrás
dejarm
onaba i
tu vida a su familia. Esto no es solo desleal, es
nca antes había escuchado. "He pasado tres años a su lado. Tres años de mi vida
rgüenza y el dolor silenciosos que sentía por las fallas de mi propio cuerpo. Mi inc
oscuridad. Pensó que estaba dormida. Se acercó y me acarició sua
una marca de fuego, graba