Casada con el engaño de un multimillonario
/0/20125/coverbig.jpg?v=68903cb5477e542114b8b509d72f8310&imageMogr2/format/webp)
i esposo. Invertí toda la herencia de mi padre en su supuesta "d
el heredero multimillonario de un imperio, y nuestro matrimo
abela. Cuando llegué a casa, nuestro hijo d
ijo, sin emoción-. Papá dice qu
él y de Isabela, y yo solo fui una "cuidadora para su socialización". M
el último reg
, que guardaba el registro incorruptible de cada hora que trabajé y cad
ítu
ista de Di
ue mi esposo, Julián Fernández, es el único heredero de un imperio inmobiliario multimillonario, y que toda nuestr
rial y al ligero aroma a aguarrás de mis trabajos de diseño gráfico nocturnos. Mis días eran un torbellino de proyectos freelance, seguidos de un turno vespertino como mesera en una fonda donde los clientes habituales me conocían por m
l. Por Julián.
de los millones en deudas estudiantiles y empresari
deándolo con mis brazos en nuestro diminuto y apre
ien parchó los agujeros en los pantalones de nuestro hijo Leo en lugar de comprarle nuevos. Fui yo quien vendió mi propio coche, q
bajos freelance mal pagados que aceptaba en la oscuridad de la noche. Mi portafolio estaba estancado, mis
o un poco más, Diana. Te prometo que te lo compensaré todo", el agotamiento se desvanecía, reemplazado por un amor feroz y protector.
án llegó a casa, con el rostro r
n nuestra pequeña sala. Dijo que un último inversionista había aparecido, superando su
nto. Hicimos planes. Una pequeña casa con un patio para Leo. Unas vacaciones, las primeras. Quizás finalmente podría dejar mis otros tra
lía beber. Estaba dibujando un nuevo diseño en mi cuaderno, sintiendo una chispa de creatividad que no hab
nal de noticias de negocios
encantadoramente desordenado al que estaba acostumbrada. Estaba de pie en un escenario, con una sonrisa confiada, casi arrogante, que nunca antes le había visto. A su lado, una mu
: "EL HEREDERO MULTIMILLONARIO JULIÁN FERNÁNDEZ CONQUISTA LA PRUE
rededor pareció desvanecerse, el alegre murmullo de la cafetería se convirtió en un r
or la junta directiva para probar su perspicacia para los negocios... viviendo con un ingreso bajo simu
El café en mi estómago
. El camino a casa fue un borrón. Mi llave titubeó en la cerradur
bloques de madera gastados. Estaba sentado en medio del piso, rodeado por el empaque de un robot nuevo y obscenam
sacaste eso? -pregunté,
ores. En cambio, su mirada era fría, evaluadora. Era u
a prueba terminó -dijo, su peq
zón se
pru
s ojos contenían una f
te la pru
ndo, mi mente negándose
qué estás hab
ó Leo, su voz como una grabación-. Dice que estás
ebres había cuidado, cuyas rodillas raspadas había besado, fueron más brutales que cu
ezando hacia él-. Teníamos que ahorrar dinero...
rostro se torció en una mueca de desdén que era
sueños, no solo cuentan centavos. Él e Isabela
re era como vene
comidas para asegurarme de que él y Julián tuvieran suficiente. La culpa aplastante que sentía cada vez que Leo pedía un juguete que no podía p
t... vi el recibo. Costó diez mil pesos. Pod
miró sin
do de nuevo. Siempre e
leándome, mi mano golpeando la pared para estabilizar
lujo con la cara de Julián en l
acuerdo d
mi nombre por un milló
y extravagante. Era la firma de un ganador, un conquistador. El
ra él. Contesté, con
he había desaparecido, como si nunca hubiera existido
a palabra era una herid
sonido de le
para demostrarle a la junta directiva de mi familia que tenía la determinaci
a flotaba en el aire
n deudas? -pregu
descendiente llegó a
manejarlo, sino hacerlo crecer mientras vivía un estilo de vida de 'escasez'. Tus ingresos fueron una
. La herencia de mi padre. Yo n
upí, la rabia finalmente abri
generoso por cinco años de... actuación. Sé inteligente. Firma los p
de mi mundo se d
o hijo.
clínico y desapegado-. Probablemente esto sea lo mejor
por las que no pude estar en la sala de partos, los documentos que fir
o su 'cuidadora para su socialización'. Parte del experimento era ver si una figura materna no biológica, bajo presión financiera, podía proporcion
pulmones se negaban a respirar. El niño en la sala, el que vi dar
finalizar la transición -dijo Julián bruscamente-
ea se
ono todavía pegado a la ore
una esposa
era era