Sin segundas oportunidades: Adiós, Sr. Rompecorazones
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rrollaba en la su
ndo un punto álgido y finalmente terminand
dos, con el rostro hundido en su
ndo la gran mano que descansaba bajo su cl
os cálidos y húmedos del hombre cayeron sobre él,
bitación se caldeó r
sobre la mesita de noch
endiendo su largo brazo p
paz de ver con claridad quién llamaba a Vicente antes d
ono y se diri
a voz suave que llamaba "Vicente" lleg
or completo, reemplazado por la imagen de sus colegas susur
y oprimido, haciendo que c
urante cinco años y su ama
a llamada, y nunca lo había visto interrumpir
, había una
teléfono ocupaba un lugar espe
urda rel
el sonido del a
eron mientras enterraba en silen
uiría el matrimonio de nadie ni se convertiría en
vaba puesto un albornoz, con gotas
ntada en el sofá, revisando la
amente abierto revelaba un cuello aún teñido de rosa y las sug
, mientras su nuez de Adán se movía y el de
cios a las ocho de la noche", la voz frí
ía parecer que entre ellos no había más qu
na, su capacidad para separar con tanta claridad el tr
eñida de una inexplicable irritación y frialdad, ordenó:
mirada, algo sorpr
í"
ntención impulsiva de preguntar
sus labios, se dio cuenta de que no
a más que una compañera de cama q
mientos, el hombre y
u atención en la pantalla del ordenador. "Señor Murphy
cabello fue agarrado, oblig
s fueron separadas bruscamen
minante la envol
ada, sin entender por qué Vic
e había sido tierno
había vuelto malhumorado y errático, y a
hombre sobre su esbelto cuello, deslizánd
río y apretó instintivament
o más que avivar el
balmente, no pudo resistir la tentació
tirón, pero su atención se desvió al in
compatibles: Ella conocía las preferencias de Vicent
ó el cuello, provocándola a in
el hombre la apa