Sin segundas oportunidades: Adiós, Sr. Rompecorazones
a del teléfono, después de que la llamada se cortara ab
green, pero Catalina siempre había sido amable con él y no p
hasta que la sirena de una ambulanc
n la recepción, intentando aver
lla, su corazón dio un vuelco con una sensac
detuvo en el pi
l ascensor, aliviado al ver a Catalina de pie en el pasillo
ron corriendo junto
hacia la habitación, lo que
ue llevaba un albornoz, se agarraba la garganta,
sa, el asistente se paró frente a Catalina, con los o
o una reacción alérg
so no sabía que
o de sus ojos, y se sacudió el resto del polvo
vió a preguntar: "¿Y el co
olsa de documentos qu
o ya estab
o enviaran al hospital a través de su teléfono, Catalina y Bryson,
ste, llamé de inmediato al señor Murphy..". Bryson se detuvo
ró la expresió
su sonrisa se había
ue lo
or todo su cuerpo haciéndole sentir un
pezó a hacer efecto, revolviéndole
se dio cuenta de que había hablado de más y ráp
puesto, ya había escuchado rumores sobr
giera estar dormido, oyó el so
escribiendo su c
an sobre el teclado, sus p
de convertirse en la secre
negocios, pero a mitad de camino,
comenzaron a hacerle insinuaciones e incluso intentaro
sometió rápidamente al homb
casar. Abrumada por las emociones, se aferró desesperadam
ella entonces, consolándola con las palabras: "Y
rda relación: en público, eran jefe
guir si el dolor provenía del estómago o de otro l
obligó a pasar por la farmacia de
rirla. Ah, y por favor, evite tomarlo si está embaraz
araz
al darse cuenta de repente de que su
tensó ligeramente. "¿Podría darme tambi