Una cama que él forjó
oco en el cielo mientras yo f
con un brazo caído sin f
ojos se levantaron, pintadas con un atisbo de sonrisa. "¿Y eso de que ahora no agu
así logré esbozar una tenue sonrisa. "Ni me lo r
directamente a mi frente, para después mud
Mando a llama
is oídos, no pude evitar encogerme y esq
r su mirada. De repente se levantó. Dejó a su lado un hu
de salida. "Acuéstate. Tengo algunas cosas que ate
quilamente cómo cerraba la pu
, cuando Kaitlin volvió al país armando tanto
egreso, alabando sin parar su estilo único. Y de paso cotilleaban con frecuencia sobre
l más grande del centro de la ciudad, que llevaba años en
nas del museo, aunque algunos
una fortuna solo por Kaitlin, ya que había co
ía sus ansiosas preparaciones
entendía que Kaitlin era aquella espina dulce que lle
la exposición, que también sería cuando Kaitlin
de conejillo de indias, viví
r y, al clavar la vista con los guardias de
e sentía como pluma al viento. Ni siquiera si
mí, pero quería despedirme de él antes de es
o trayéndome regalos exquisitos y con l
y cada vez que se acercaba a
tidio, y se le pu
tos días? Nunca antes m
misa y sus pantalones... No cabía duda: se
bajo frente a Kaitlin; lo único que l
pecho, hablé suavemente, "Qui
lo para después de la exposición. Te
erar... Silas,
undamente. Y se frotó la
exposición de Kaitlin. No me la pued
taba a
ran de nuevo en las palmas, reabriendo las heridas recién cerra