icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Incriminada por el multimillonario que salvé

Capítulo 2 

Palabras:1334    |    Actualizado en: 14/10/2025

ista de El

alización por incumplimiento de contrato. La idea de

o para desatar su furia, una asistente de la sala se

su brazo! Dé

oso y permití que me llevara a una pequeña habitación t

tos de años atrás cuando había tenido que sujetar físicamente a Julián durante sus violentos terrores nocturnos. Él había luchado contra mí entonces, arañando y rasguñando como un animal enjaulado

o en su ira. Era un crudo recordatorio de que yo era, y s

solo doloroso. Era profun

No me importó. Estaba a punto de reservar mi propio bole

l próximo vuelo que sale en una hora. Se le espe

etición. Era

a dejar marcas en forma de media luna. Luego, relajé la

Querétaro. Había caído la noche, cubriendo la propiedad en un pesado silencio. Estaba agotada, mi brazo p

nvitados asignada, mi teléfono vibró d

de pastillas del día después. La f

na forma de marcar su territorio, de restregarme en la cara que se esta

empleada, un fantasma que estaba ansiosa por e

piro. Discutir solo crearía más dra

ico me dio una mirada de lástima mientras compraba las pastillas. Cuando regresé, las luces de

o: *Tengo lo

o resp

su puerta. Allí, junto a una bandeja de servicio a la habitación desechada, había un pequeño difusor de aromaterapia de aspecto familiar y un antifaz de s

ocenas de aromas, encontrando la mezcla de lavanda y sándalo que podía calmar su mente acelerada. Había conseguido la manta con peso perfecta, las sábanas del hilo perfecto, las

mi esfuerzo, mis noches en ve

da. Dejé la bolsa de papel en el suelo junto a los artículos desechados

brió de repent

el aire, y el agudo escozor de una bofetada explotó en mi me

o contorsionado por la rabia-.

una bata de seda cubriendo holgadamente sus hombros. Ob

fuerza en la habitación. Grité de dolor cuando sus dedos se cla

a-. ¿Estás tratando de insinuar algo? ¿Que soy una zorra

mentiras era impresionante. Había hecho exactamente lo q

umbido en mis oídos. Sus pupilas estaban dilatadas, su respiración era superficial. Esta

ica se formaba en mi mente, la

na discul

beza lentamente para mirarl

on Constanza acurrucada posesivamente a

ele una discul

on antes de que pudiera detener

voz bajando a ese tono bajo y tranquilizador que había usa

Solo di que lo

rostro de Constanza. Había ganado.

mblando con una mezcla de dolor e

e esquivarlo. Era su reloj, el que le había regalado por su cumpleaños

mis piernas cediendo. Caí con fuerza al suelo, la parte posterior de mi cabeza

l dolor, oí la voz de Jul

ue te l

e. Lo vi, con el brazo alrededor de una Constanza llorosa, susurrándole palabras de consuelo. Ni

o en mi pecho y estuviera apretando mi coraz

No miré hacia atrás. Simplemente salí de la habitación, dejand

Obtenga su bonus en la App

Abrir