icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Peón en su retorcido juego de amor

Capítulo 2 

Palabras:1234    |    Actualizado en: 29/09/2025

Alici

un monumento a una mentira. Los libros que Braulio había recomendado, los discos que Hernán había puesto durante nu

pio, luego con una energía frenética y desesperada. Saqué un

s bajo mi tacto. La manta de cachemira que él, no, Hernán, amaba envolver a nuestro alrededor. La fotografía en la mesita de noche, de Braulio y

ajón de sus, de ellos, cosas cua

Al

la frecuencia de Braulio: más suave, m

iendo la escena. La bolsa de basura desbordante, la

la imitación perfecta. El ceño fruncido de preocup

lo miré fijamente, mis ojos tan irritados e hinchados que se sentían como

desgarrado-. Toda la utilería de su pequeña obra

ado, reemplazado por esa preocupación ensayada. Ignoró mis palabras, acercándos

aría del video. Ya lo han quitado de la mayoría de los sitios. No te preocupes má

dré. La oferta casual y arrogante de una jaula dorada ahora que me habían roto las alas. Mis uñas

una mezcla familiar de colonia cara y algo únicamente suyo, un ar

os deslizándose alrededor de m

el se erizara. Mi estómago se revolvió y la bilis subió por mi garganta. Este cuerpo, este hombre, que pensé que

no sabía que poseía

sorpresa genuina finalme

? ¿Qu

a para que no pudiera ver el asco en mi cara. Era l

aguda y evaluadora. Luego, una sonrisa

onroneo bajo e íntimo que conocía tan bi

nte le importaban mis sentimientos, siempre y cuando su objetivo final se cumpliera. R

bitación en la oscuridad familiar donde siempre se desarrollaba nuestra farsa. Su brazo me rodeó

ido mi mayor consuelo. Se sentía como una violación. Cada beso era una marca,

o al borde de la conciencia cuando lo escuché. Un murmullo suave y entrecor

ndr

puso rígido. La sangre en mis venas se convirtió en hielo y fluyó

ad, en medio de una pasión que nunca

jadeo ahogado, alejándome de él ha

uél

o, las sombras ocu

ó, su voz espesa por el s

i voz temblando con una nueva

onido de cans

niña difícil-. Me portaré bien. Solo déjame abrazart

de la almohada. Soporté su tacto, la sensación de su piel, el sonido de su respiración, forzándome a quedarme quieta

nunca se quedaba a pasar la noche. Tenía clases. Tenía una reputación impecable que manten

mpañaba a clase. Por qué nuestra vida pública y nuestra vida privada

iversidad, mi mente fija en una cosa: presentar los papele

na compañera de clase, Sofía, corrió

-. El profesor Alarcón te está buscando. Dij

Alarcón era mi asesor de tesis. ¿Una emergencia? Después de to

a punto de

Obtenga su bonus en la App

Abrir