Perdimos a nuestro bebé, encontramos su traición
Torr
la prometida comprensiva -dijo Dante, con los
ondí, mi voz desp
abogada de divorcios, una mujer que había encontrado en línea meses atrás durante una noche particularmente solit
ra el centro de todo, una visión en un vestido escarlata que se aferraba a ella como una segunda pi
noche en una cama de hospital. Todavía llevaba la ropa de ayer, mi cabe
efusivamente una mujer a mi lado a su amiga-.
a mí, y la mujer bajó la v
ue se casan para
nosotros, su sonrisa nunca llegó
u tono goteando falsa sinceridad-. Dante esta
en -dije
para animar la fiesta. Giraron una botel
laró con un ge
migas adulad
te un consejo sobre su v
lavó en la mía, un brill
solo de la felicidad personal... sino de lo que construyes para el futuro. -Hizo una pausa, dejando que las palabras flot
odos mirando a Camila como si fuera
orado, había gritado, había acusado. Dante siempre, siempre se había puesto de su lado, llamándo
ía derrumbarse en lágrimas por sus "sesiones de estrategia"
voz firme-. Si Dante y yo no funcionamos,
ró bruscamente hacia mí,
su voz una ad
cia-. No pensarás que eres el únic
un destello de pánico en sus ojos antes de e
s sucios en público -dijo, tratand
lla giró de nuevo. Esta vez,
pudiera hablar-. Te reto a que bese
la de Dant
a hac
ego, Dante -ro
n firmeza, tomando un vaso de whisky de una bandej
mbre tocara su propiedad, pero no tenía ningún problema en forzar a beber alcohol
se de
N
me, Elisa -hirvió, su aga
omento despierto con otra mujer, pero yo ni si
mila a la multitud con una sonrisa
os del mío. Llevó el vaso a mis labios, forzán
el borde, cayendo por mi barbilla y sobre la parte delantera de mi vestido. Un
uta y frágil que intentaba proteger desesperadament
o hacia atrás. Mi tacón se enganchó en el
on fu
rante, fue arrancado de mis pulmones mientras una agonía co
preocupación inicial rápidame
Elisa, levántate. Está
uien en la mu
jer, llevándose la mano a
-