icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
Perdimos a nuestro bebé, encontramos su traición

Perdimos a nuestro bebé, encontramos su traición

Autor: Gavin
icon

Capítulo 1 

Palabras:1407    |    Actualizado en: 26/09/2025

de embarazo positiva por la que tanto habíamos rezado. Le prepa

mensajes fríos y la publicación arrogante de ella en Instagram me provocaron

ospital, me acusó de fingi

-escupió con desprecio-. Harías lo que

a todos, intentó obligarme a beber whisky. El estrés, la caída... fue de

lérgica al pepperoni. Fue lo primero que le dije en nuestra primera cita. Él

o merecía a nuestro hijo.

o cubierto por una máscara de falsa preo

Quiero el

ítu

Torr

la que habíamos rezado durante cinco largos años, la no

apa al ajo. Una sola vela parpadeaba entre dos copas de vino tinto, proyectando un cálido resplan

ía que la cena pareciera sacada

e: Feliz aniversario

speranza se apretó en mi pecho. Quizás lo había recordado

ndo el discurso de la iniciativa de transporte. Maña

e esperanza en mi pecho se disolvió, ree

tro anivers

ebraremos este fin de semana. Te lo p

ortante*. Más importante que cinco años de matrimonio. Más importante que la promesa que

plato -el filete perfectamente cocido, el cremoso puré- a la basura. El sonido del

do ignorarlo. Igual que había ignorado mi cumpleaños el mes pa

ica a los mariscos, que su pluma favorita era una Pilot G2 de 0.5 milímetros, tinta negra. Conocía esos pequeños e insignificant

rudas, innegables. Después de años de citas en clínicas, procedimientos invasivos y negativos desgarradores,

l primer bocado a su filete. Imaginé su rostro iluminándose, la sorpresa y la alegría borrando la

te. Era una notificación de Instagram

nte sonreía, una sonrisa genuina y relajada que no había visto dirigida hacia mí en meses. El pie de foto decía: *Quemando las pestañas co

a que yo le había comprado en Navidad. La que, se

sicamente, todavía no. Pero emocionalmente, él ya me había dejado por ella. Había cambi

s tan intensa que me hizo girar la cabeza.

fría y poco apetitosa. Tomé mi tenedor y di un bocado. El rico sabor del

volvió abrumador. Empujé mi silla hacia atrás, mi mano vol

re. No era el dolor sordo del abandono al que estaba acostumbr

mbre, más violento que el anterior, me hizo estrellarme contra la pa

Una humedad pegajosa y cálida

ncha c

o, no

stra oportunida

rlo. Tenía que ll

a una ola implacable que me arrastraba hacia el fondo. Alcancé mi teléfono, mis ded

. El dolor alcanzó su punto máximo de nuevo, y un grito se desgarró de mi gargan

con tanto esmero llegaba desde la cocina, una cruel

añé, tratando de arrastrarme hacia afuera, de

agarme por completo, la puerta del departa

? ¿Está

as lo conocía, solo salud

on los ojos suplicantes, mientras otra ola de a

el pitido rítmico de una máquina. Una docto

. Le hemos dado algo para detener las contracciones, pero necesit

o cuenta de que estaba derramando se des

u mirada recorriendo la habitación vacía-

y ahogado esca

está. En algún lug

la doctora, su voz suave

-

Obtenga su bonus en la App

Abrir