icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Juntos resurgimos de las cenizas

Capítulo 3 

Palabras:1020    |    Actualizado en: 25/09/2025

ista de Gl

da se desarrollaba. Adentro, el tiempo se había detenido, congelado en un cuadro de dolor y blanco antiséptico. Tres

vibró. Un mensaje de

mientras presio

obre una montaña de almohadas en lo que claramente era la cama de Kael. El propio Kael estaba sentado en el borde, dándole sopa pacientemente con una cu

susurro empalagoso. Puso una mano sobre su vientre aún plano-. Gracia

us amigos y familiares reunidos en la habitación, todos miran

ra de cámar

loria? ¿No deb

por un coro de elogios sobre lo de

deo t

uelta de la victoria. Una bu

, su rostro una máscara rígida de furia.

nte tranquila-. Ya no me voy a sent

se en mi pecho. Respiré hondo, el dolor en mis

bierno en mi celular. Mis dedos volaron por la pantalla, llenando los formularios. Nombre:

ivorcio estaba solicitado. El primer disparo oficial en nuestra guerra había sido efectuado

ada. Ni un destello de reconocimiento a través de nuestro vínculo ahora roto. Era

o. Contestó al

oria? -Su voz era

iste mi

ienes suerte de que te esté hablando. ¿Tienes idea de cuánto

ste. El.

r nada. Quieres actuar como una niña, bien. Pero sigues siendo mi esposa. Aho

ue esto era un juego. Un berrinche. Pensaba que estaba tratando de llamar s

su voz al fondo,

¿quién es? ¿E

o no antes de que l

nego

ga se escapó

veo. ¿Se siente mejor? Sé lo tra

se siente bien. Está embarazada, por el amor de

o dagas en mi corazón. Mi visión se nubló

erida abierta, arrancada de la parte más profunda de mi a

o fue una

, más cerca esta vez, reb

tanto tu pérdida. De verdad. Pero quizás... quizás fue lo mejor. P

se acumulaba dentro de mí. La habitación comenzó a girar. No podía respirar. Un dolor físico, a

jó decirlo. Dejó que llamara a la

y distante-. Estás histérica. Flore

ría. Nunca le importaría. Para él, nuestro hijo era un inconveniente. Mi dolor e

si estuviera cercenando mi propia alma. La conexión se marchit

teléfono y me doblé, un sollozo crudo

ante, sus brazos rodeándome, sus p

erozmente, su voz espesa de rabi

léfono, sus o

su permiso -dijo,

alía. Conseguiremos una disolución

Obtenga su bonus en la App

Abrir