Del peón de él a la reina de ella
s días. Las luces de la ciudad se extendían debajo de ellos como una alfombra de estrell
lica que llenaba el coche de una tensión sofocante. Cuando llegaron, él mismo cargó su equipaje,
bitación principal
n que guardaba los fantasmas de su aventura secreta. La idea de dormir en esa
que pretendía-. No me quedaré mucho tiempo. Solo ha
n? ¿frustración?- cruzó su ros
o de
de de la cama, mirando las paredes en blanco, contando los días hasta su boda. Once días más. Once días hasta que pert
cocina. La tensión de la noche anterior t
ió ro
, su voz deliberadamente casual mi
leyendo las noticias f
anto de qui
era una respue
Debe ser agradable tener a alguien tan... en deuda contigo. Alguien con
antó la vista,
emos una histori
es complicad
su ta
a ha pasado por suficiente. N
ara. Estaba protegien
quebradiza, esca
terponerme en tu... complicada historia. D
nversación dejándole un sabor agrio en la boca. Él había construido u
el lado izquierdo de la cama, cómo el sonido de su respiración constante una vez había sido un consuelo. Ahora, el silencio de su habitación al final del pasillo era un
, se le acercó c
e. En casa de un socio. Q
preguntó ell
quedes aquí sentad
este apartamento silencioso era sofoca
tá
slumbrante lleno de la élite de la ciudad. Al entrar, una mujer
abrazo familiar. Se apartó y sus ojos se posaron en Catalina, su sonrisa v
jo Catalina, su v
nir -dijo Camila, recuperándose rápidamen
ara celebrar el regreso de su rival. La humillación fue un golpe físico que le robó
reocupación-. Sé que las cosas deben ser difíciles para ti aho
ra que los que estaban cerca las oyeran. Las cabezas se gi
Catalina con los
mila se llenar
ido nuestras diferencias, pero de verdad quiero ayudar. -Solloz
atalina, su pac
a, volviéndose hacia Alejandro, su labio infe
zo reconfortante alrededor de los hombros de Cam
a. Es su
a Camila, su cabeza inclinada cerca de la de ella. La escena fue un golpe directo a su corazón. Nunca le había mostrado
or ella. Quizás incluso la amaba. Y ella, Catalina, solo había sido una distracción, un "
la esperanza que había alimentad
tos rígidos y robóticos. Necesitaba un trago. Necesi