Rechazada por mi Alfa, reclamada por mi Corona
vista d
cho, y caminé por el largo y resonante pasillo. Necesitaba salir, res
onces
etulante y triunfante en el rostro. Deb
¿Qué haces merodeando por los pasillos? ¿Estás a
La noche especial de tu hijo? No sabía que
n lo ama. Me ama a *mí*. Incluso me dejó mudarme a la casa del Alfa. Dice que mi aroma lo calma".
etorció. "¿De qu
Y para hacer eso", saboreó las palabras, "te va a rechazar formalment
stuviera siendo estirado hasta su punto de ruptura. El dolor fue tan intenso que me tambaleé, agarrándo
a Damián doblando la esqu
amiento cambió en un instante. Su ros
, arañándose su propio brazo con las uñas, sacando sangre. "¡Po
tro. "¡Lo siento! ¡Siento haber hecho feli
de Alfa un borrón. Ni siquiera me miró. Fue di
ojos dorados ardiendo de f
a. Sentí cómo me golpeaba, una ola de pod
Deja de aver
día con el esfuerzo de resistir, pero mis pies ya estaban girando, obligándome a obedecer. Esto era una perversión de la autoridad del Alfa, una herramienta desti
ó mi loba interior,
bras a través del peso aplastante de su orde
u voz fría mientras acunaba a Laila
pedazos. Lo miré, al hombre que pensé que
án", susurré, las palabras p
n todavía pulsaba a través de mí, haciendo de