Rechazada por mi Alfa, reclamada por mi Corona
celebrando una sagrada ceremonia
renegada que trajo a nuestra manada. Y yo, su verdadera pareja, con cuatro
u propio brazo, se sacó sangre
usando su Orden de Alfa para obligarme a irme, el po
cía en mi vestido, amenazando la vida de nuestro hijo, ella arrojó a su
cachorro gritón de Laila en sus brazos y corrió a buscar un sanad
nte a través de nuestro propio vínculo. La escolta de mi fam
a que desechó era en realidad la prince
ítu
vista d
mano. La verdadera conversación estaba ocurriendo en mi mente, un hilo de pensamiento si
ntal. El Vínculo Mental, un regalo de la Diosa Luna, se suponía que era una fuente de consuelo, una forma para que los
nte de luz de luna y poder ancestral. "Ya era hora, mi dulce niña. Estábamos preocupados. Ese chico, Damián... su ambic
enía tanto miedo de su decepción. "Es solo que... quer
, no cadenas. Te estamos esperan
la vez. Me apoyé contra el frío arco de piedra del gran salón, el frío se filtraba
án, estaba de pie en el
n las pieles ceremoniales de la Manada de la Sierra Negra. Y a
abía traído a nuestro t
el cachorro, por Laila. Era una ceremonia de nombramiento, uno de los rit
e no había sido invitada. Toda la manada lo sabía, sus pensamientos compartidos eran un zumbido bajo d
dio forestal. Su aroma me golpeó primero: una mezcla vertiginosa de pino después de una tormenta y tierra rica y oscura. Era un aroma que mi alma reconoció al i
a gritado mi
dido, se habían clavado en los míos, y por un momento, el mu
o pe
er y su hijo, ese recuerdo s
ntal desde el Beta de Damián, su segundo al mando. Pod
Hacer esto...", el pensamiento del
tal era aguda, fría. "Ha estado hostil con Laila últ
se en
ando el vínculo que aún nos conectaba. "Lo ocultaremos todo lo qu
o a la boca. ¿Rechazarme? ¿Rompería el sagrado ví
. "Nuestro Alfa es tan misericordioso, acogiendo a una p
e entera, ¿a dónde iría? Una Omega embarazada no sobr
ló en mi pecho, solidificando el de
descubrir cuán eq