Ella se convirtió en su propia estrella
de perro espantosa, así que le llamé a mi pro
uí con mi mejor amiga, Rebeca. "¿Y qué quieres que haga? ¿Que me regrese en a
convirtió rápidamente en una infección terrible. Le mandé un mensaje a Damián para po
agram: una foto de ella y Damián, con las mejillas sonrojadas por el frío, s
éptico. Sentada sola en la lúgubre sala de espera del hospital, mira
legido a mi mejor amiga. Había dejado
luego salí hacia el amanecer gris. No solo estaba de luto. Estaba har
ítu
lamada fue d
limpiador de limón flotando en el aire. Estaba limpiando las encime
ntra el granito. Un
tó. "¿
ofesional le preguntó
S
l Ángeles. Es sobre s
errizó en el suelo con un sonido suave y húm
é pa
urgencias. Está estable, pero el
s llaves, su bolsa. Su mente corría a toda v
oca, el que siempre sabía qué hacer. Contestó al ter
? ¿Qué
para allá". Sus palabras salieron a tro
una mujer. Una risa familiar y cantarina qu
a condescendiente, el que usaba cuando ell
un incidente.
ísimos. ¿Por qué ahí?". So
mián. Solo vo
ás. "Un segundo". Luego volvió. "Mira, segu
e dij
"Rebeca y yo estamos a punto de ir a l
s. Que Rebeca solo iba con él porque su familia t
preguntó Jimena,
os. La nieve está perfecta"
ba de pie junto a su coche, las llaves clavándose en la
¿Que me regrese en avión ahora mismo? Las juntas son mañ
o dijo
sepas algo. Seguro es solo un esguince o algo así. Dale un
lg
ínea era absoluto.
estaba e
blancas y olores antisépticos. Un doctor con ojos c
rdió un perro", d
Qu
pierna. La dueña del perro la tr
be
o se ta
erida y le pusimos antibióticos. La principal preocupación es la
etes", susu
ndremos que vigilarla de cerca. También necesitamos confirmar el est
César. El preciado Dóberman de Rebeca. Un animal enor
habitación, pálida y cansada contra
, dijo Eunice,
¿Qué
asura. El perro ese de Rebeca se salió
mena vibró. Un m
na no
con los dedo
Está con suero. Les preocupa
saparecieron. Aparecieron de nue
César es su bebé. Dile que sabemos que fue un accid
un ra
borrosas. Su madre, postrada en una cama de hospital, era
espo
días. Volvió a llamar a Damián a la mañana sigu
los antibióticos. Están hablando d
volvió l
s mejillas sonrojadas por el frío, sonriendo frente a una chimenea. Sostenían tazas de chocol
madre, que dormía inquieta, con
su pecho. Un fuego
séptico. La voz del doctor era grave. Ha
ilencio en la mano. Se quedó mirando la pantalla en blanco, vie
bía e
ho tiempo. Ella simplemente había estado demas
a chica tranquila, comprensiva y de bajo mantenimiento de clase trabajadora que sabí
ra su madre. La única persona en el mun
aba en Aspen
urió a las
su mano hasta
gris del amanecer. El mundo
y moderno departamento que compartía con Damián, sino
cerró la
on el que no había hablado en años, que se había ido después de que su propio negoc
la voz pastosa
la voz rota y en carn
roso. Luego, "Oh, Jime. D
No era una petición. Era una
con la voz quebrada. "Lo
lg
o por ira, sino por una clar
i
en cajas, se borraría del mu
emarí