La esposa que destrozaron
nstantemente ponían a prueba mi amor prodigándole atención a otra mu
das con el Ariel, quedó gravemente aplastada. Pero Jacobo y Antonio decidieron p
tinuaron su juego cruel, celebrando el cumpleaños de Kassandra por todo lo alto, mientras yo me sentaba en un rincón apartado, observándolos. Jacobo
aula. Mi dolor era su depor
cultivado durante años. Se marchitó y se convirtió en cenizas, dejando atrás al
ítu
ia Garza estaban patológica
ma muy extraña
s, ponían a prueba su amor constantemente. Fingían indiferencia, colmando de atenc
miseria... eran la prueba de su devoción. Era
tado con paciencia, creyendo que podía arreglarlos. Creyend
equiv
equeñas: citas canceladas, "olvidar" su cumpleaños mientras c
ebre llegó un m
nte de coche.
en el asiento del copiloto, un espacio que solía ser de Alexia. U
caos de cristales rotoerecha, la mano que componía bandas sonoras premiadas con el Ariel, estaba atrapada, aplasta
de ellos miró la mano de Alexi
ro era
le dijo a Alexia-, su mano está gravemente aplastada. Neces
ió haci
ene una herida en la cabe
en el Hospital Ángele
icrocirugía de nervios muy compleja. Cualquier retraso reduce significativamente la posibilidad de una recuperaci
o a Jacobo que to
n su pequeño rostro, una copia perfecta de la e
Kassandr
ró al niño,
u hijo. Un destello de algo
n los ojos muy abiertos y serios, pero
o nos preocupamos por Kassandra, se pondrá celosa, y eso signi
to bajo la luz estéril e impla
tonio, una aprobación silenciosa. Miró
o. Atiendan primero
n en el zumbido de sus oídos. El dolor físico en su mano no e
a declaración. Su dolor era su d
o y Antonio revoloteando sobre la de Kassandra, su
ió morir el amor que había cultivado durante años. Se marchi
la medicación, una decisió
a arreglarlos. Escapa
la cirugía. El rostro
e pudimos, pero el retraso fue demasiado largo.
cir el resto.
, que habían dado vida a historias con melodías, ahora eran solo manos.
, siempre con Kassandra a cuestas. Se desvivían por Kassandra, quien exageraba sus
rando las lágrimas,
rostro una máscara plácida. Su silencio era u
Lo había llamado desde el hospital, usando un celula
-dijo él, entregá
con su mano i
isión, pasó junto a la sala donde Jacobo, Antonio y Kassandra reían
se le permitía entrar. La puerta estaba cerrada, pero ella conocía sus cost
io imponente. Pero detrás de una estantería, encontró lo que realmente busca
era un santuar
mponiendo, Alexia llorando. Era una cronología de su vida con él, documentada a través de la lente de un acosador. En los
ección de
distante, tan desinteresado. Ella había pasado años persiguiéndolo, tratando de ga
a, habría "tesoros" similares. Un mechón de su cabello que él había corta
esta era solo su forma de ser. Que su paciencia, su
ñicos esa ilusión. Esto n
a habitación y comenzó a empacar, no ropa, sino recuerdos. Tomó el álbum de bodas y
taba b
n a casa. Pasaron junto a ella, sus risas reso
io y anunció
a cenar. Es nuestr
los ojos fijos en Alexia, esperand
os. Alexia solo los miró
ra parte del guion. Su falta de d
ía una oportunidad, comen
azul se vería mucho mejor allá. Y
, su voz fuerte, destinada a que Alexia
e dio la vuelta y ca
sa, su espacio, ya n
a mirada, una mezcla
s una opin
espondió
nión no
aban a Kassandra bocados de sus platos, elogiaban su charla
nte en otro lugar. Entonces, un trozo
Jadeó, llevándose l
los ojos de Jacobo y Antonio. Jaco
me corté el dedo! -Levantó la mano, donde un rasguño dimin
ó a su juego. Su momento de genuina preocupación se desvane
ió al lado
bien? Dé
scar el botiquín de
nzaba a nublarse en los bordes, y ellos e
ngre sobre el mantel blanco. Luego, se desplomó,
oscuridad la envolviera fue la voz de
o. Cualquier cosa po
tálico de la sangre en la boca. La casa
lorido. Miró la mancha de sa
do él volvió a entrar en la habitación.
to -dijo él,
susurró Alexia,
gó, por
por Kassandra. Tú solo
ado cansada para dis
la pregunta un fantasma de alient