Su Traición Más Cruel, Su Venganza Más Dulce
ientos médicos que salvaron la vida de mi hermano. Yo era paramédico
de a su mejor amiga de la alta sociedad, Ariana, el ángel cayó
y a humillarme públicamente por hacer mi t
ítu
un sonido que conocía demasiado bien, un ritmo que había pasado mi vida t
stán peligrosamente bajos. Necesitamos autorizar la siguiente ronda de su terapia gén
el frío cristal del ventanal del penthouse, mirando las luces de la Ciu
ez años, estaba de pie junto a la chimenea. Las llamas danza
l -empecé-. Van a empezar el si
tó el aire de la habitación como un cuchillo-. He dado órde
ido al principio. Se sentían
s hablando? Se va a morir.
o de su whisky, el líquido ámba
lás
tilleaba contr
roma. Para ya. Ll
aso con un suave clic-. Desp
n un artículo de noticias. El titular era sensacionalista: "Paramédico Heroín
e gas había explotado. Yo había estado en el primer equipo de respuesta. L
avier era c
aste a Ariana. Y encontra
e tercer grado. Ariana solo había inhalado un poco de humo.
igo. Ariana es mi amiga de toda la vida.
bró por la incredulidad. Este era el hombre que amaba, el hombre con el
fuera un simple hecho del universo-. Está humillada. La prensa
sa. Ahora mostraba el borrado
e disculparás con Ariana. Dirás que cometiste u
e sonó más como un sollozo-.
rumada y que la abandonas
u mensaje de texto era frenético. *Aitana, acaban de retirar
os en la repisa de la chimenea, su sonrisa débil pero esperanzada. Era mi única famil
resión en
manos, Aitana. Una disculpa pública
entrenada para ser fuerte, pero su poder era absoluto. Era multimil
tro a centímetros del
ilenciarse en cualquier momento. La lucha se desvaneció
é. Las palabras
cantadora y carismática que una vez había hecho que mi
resbaladizas por la sangre... su sangre. Un brutal accidente de coche en una carretera barrida por la lluvi
cóptero e islas privadas y un mundo de lujo que nunca había imaginado. Me habí
día de nuestra boda, sus ojos llenos de lo que y
a una m
epa. Siempre había interpretado el papel de la amiga comprensiva conmigo, su sonrisa nunca llegaba a sus ojos. Fabricaba pequeñ
pre la
sible, Aitana. Sé
uyos costosos tratamientos Javier había f
spantosa. Carlos nunca fue un acto de
habitación, con el
e en una máscara de preocupación-. Sé que esto es difícil, Aitana. Pero es
me, pero me apar
do esperando en otra habitación. Entró, con los ojos e
ho pedirle a Aitana -dijo,
brazo-. Aitana sabe que cometió un error.
os desafiándome
hermano aparec
ganta demasiado ap
dé sola en el vasto y silencioso penthouse, las luces de la ciudad abajo se difuminaban a través d
que alejarme yo misma de él. Un plan comenzó a formarse en las ruinas de mi corazón. Era una idea dese