sospechas. Era una funcionaria eficiente, dispuesta a hacer su trabajo y seguir las reglas, pero debajo de esa fachada profe
vos, los murmullos en los pasillos, incluso la actitud de los empleados de la empresa par
la sensación de que todo estaba comenzando a desmoronarse. Observó a su alrededor, buscando cualqu
untó Tomás, con voz baja, como
ró a su alrededor antes de hablar en voz baja. -Ricardo está ocultando al
un momento, como si estuvi
, y Valeria notó el tono
es que no cuadran, cambia de tema. Es como si estuviera protegiendo algo, y no me gu
esde el otro la
har algo, puede que no tengas segunda oportunida
rio, lleno de datos y cifras de la empresa, ana
adre habrá muerto en vano. Necesito saber qu
tensión aumentaba, y que cada vez estaba más cerca de descubrir lo que realmente había s
su padre, encontró archivos que hablaban de un acuerdo de sociedades, pero algo no encajaba. Según los registros, su padre había firmado
e cuando abrió un correo electrónico que había sido enviado por su padre a un abogado años atrás, pidiendo asesoría legal sobre una revisión d
ía manipulado a su padre hasta que estuvo en una posición en la que no pudo defenderse. Valeria sabía que tenía
aba en recursos humanos. Había algo en Laura que la hacía confiar en ella, aunque sabía que no podía ser
ría cerca de la oficina. -Estoy investigando el acuerdo entre mi padre y Ricardo, y encontr
a su alrededor como si temiera
... algo que ya no era el mismo. -Laura hizo una pausa, como si buscara las palabras correctas. -Había un contrato que se discutió en varias ocasiones. Nad
sas palabras. Sabía que no pod
de ese contrato? -pr
gó con l
s de que tu padre falleciera. Y él se encargó de
portante, pero no podía avanzar sin los documentos clave. Si
Cada sonrisa, cada conversación casual, parecía tener una capa oculta de interés, como si alguien estuviera observándola, esp
do sus movimientos. Ricardo la estaba observando, lo sabía. Pero, ¿qué tan lejos llegarí
bió un mensaje anónimo en su c
que parece. Hay más en j
o? ¿Alguien que sabía lo que estaba investigando? ¿O simplemen
ón se acumulaba, cómo la paranoia comenzaba a apoderarse de ella. T
tas en la sombra. Pero también sabía que tenía que ser más astuta que nunca. No solo se jugaba el
lo que había descubierto, pero cuando llegó al café, Laura ya no
odo se acabará para ti
había tocado algo grande, algo que Ricardo no quería que se supiera. Y es