PERDIDA EN TI
mo una advertencia en bucle. "No confíes en Vittorio . Ni en tí." ¿Por qué
que daba fuera de mi habitación era medido, controlado. Y, sin emb
dos, la primera reacción de mi cuerpo fue física: el estómago se contrajo, mi piel se ten
sa auxiliar. Té, frutas cortadas con precisión quirúr
tás vig
a fue lev
ti. Es d
aras en la
abemos cuándo puedes sent
ña -dije, con
na. Y Catalina a
e hizo contener la respiración. Como
ca no era lineal. Cada día parecía una repetición alterada
ardín? Estirar las p
Sino porque necesitaba sentir el v
a visto. Las puertas eran todas idénticas, pero
a clínica o
oluntad, ¿no crees? -respon
tan profunda, que casi me convencía de que sí. Que lo hab
ambilias. Un limonero maduro. El mar al
esconocida de mí misma. Vittorio se detuvo bajo un sauce. M
era yo
elo. Insoportable y fascinante. Tenías un don
mbó en mi pecho como
Qué eras
ara invadir mi espacio. Su perfume me golpeó
taba sostenerte mien
racas
erdí por
e recuperas
se oscu
lviste
cir la verdad. Con
tuve otr
s. Yo lloraba. Él detenía el coche. Me pedía que bajara.
Las sábanas pegadas a la piel.
bios partidos. Un moretón apenas visible en l
nos, alguien había dejado un pe
nte. El mismo que usaba Vittorio despué
siguiente, l
e anoche
in asegurarme de
stás d
ó. Por primera vez,
N
es eso? -le mo
sostuvo entr
Ayudan a r
de recuerdo
an a ser recorda
erca de él que no sabía si lo odiaba o si necesitaba p
sarlo. Flores tropicales. Orquídeas negras. Temperatura hú
particular. Roja. Carn
e que era la única que
Era tibia.
uemaba. Sentí cómo la humedad del lugar me reco
amabas?
uve que dejar de hace
d me cortó l
con los suyos. No fue un beso. Fue una
ah
si te estoy castigando po
vernadero giraba lentamente.
é te
sonrió. No
pareció en mi celular.
los oj
o se siente como un abrazo... y una soga.
Me temblaba
eran más frecuentes. Alguien s
r dentro. Esta vez, yo mism
encerra
tivó en el ala norte. Voces. Gri
ba el jardín a toda velocidad. Alguien gri
onces
tor
to de
e. Como si lo hubie
o fue que algui
que algo en mí..