icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Abandonado a la Muerte, Encontrado por el Amor

Capítulo 5 

Palabras:1032    |    Actualizado en: Hoy, a las 22:20

de Mateo era esporádica, marcada por visitas breves llenas de disculpas huecas y miradas distraídas

, un hábito masoquista que no podía romper. Vi cómo su "R

o con miles de luces de hadas. Un cuarteto de cuerdas tocaba de fondo. Era una escena sacada de

odillaba. Sofía, con un vaporoso vestido blanco que la hacía parecer etérea, estaba de

lvestres. Un detalle que se retorció en mi estómago. Recordab

da a millones-. Este viaje contigo ha sido un vi

n de lágrimas mientras lo mi

estrellas, rodeada de gardenias, mis favoritas. Me había prometido un fut

eran ceniza

ndome. Estaba sola, cuidando un brazo roto y un corazón destrozado, m

lí para recogerme. No Mateo. Él estaba, me informó el chof

El aire estaba cargado del olor a champaña y perfume caro. Los meseros

reció, ap

ás aquí. Necesito que te cambie

? -pregunté,

s comerciales -dijo, forzand

ebrar

ncia de apar

ración tot

bloqueando mi camino. Brillaba, con el brazo entrelazado

venir -dijo, su voz goteando falsa sincerida

y los ojos suplicantes d

junto a ellos, con la cabeza

reía, inclinando la cabeza hacia atrás de una manera que era a la vez inocente y seductora. Él le ajustaba el tirante del vestido, un gesto casual e íntimo qu

medad física. Fui al bar y me serví un vaso de whisky

fía, sosteniendo una copa de champaña, inició un juego de "Verdad o R

ad! -g

inversionistas de Mateo, hizo la

, dinos la verdad. Después de todos e

silencio. Todos los ojos

mas no derramadas. Dudó por un momento, un

dose hermosamente-. Nunca de

almadas en la espalda a Mateo. Él sonreía, atrayendo a Sofía a

ula. Y yo era la extra

éndose añicos en el suelo de mármol. Nadie se dio

rta con llave y me deslicé hasta el suelo, mi espalda contra el azulejo frío. El sonido de su

con sollozos silenciosos y desgarradores. Había perd

na tonta. Una mujer que había ignorado cada señal de alerta, que había a

y todo. Me froté la piel hasta que estuvo en carne viva, tratando de

y empapada, algo dentro de mí había cambiado. El dolor se

mbién era un antídoto. Había matado l

Obtenga su bonus en la App

Abrir