Su Traición, Mi Memoria Borrada
iebla de dolor. Mi esposo, Elías Garza, el magnate tecnológico, era un santo
, el comentario casual de una empleada hizo añicos mi m
e años. Los encontré, una familia perfecta, Elías riendo, una felicidad que no había visto en años. Luego, escuché a
la muerte de Leo fue un trágico accidente, consolando a Elías que se culpaba por una
a mi alrededor, vivía una vida feliz con otra familia. Me había visto s
us acciones llevaron a la muerte de nuestro hijo? La injust
estigación experimental sobre la eliminación de la memoria era mi única esper
ítu
ro a
o, Leo, se ahogó. Cuatro años de una espes
nate tecnológico que apoyaba a su esposa en duelo, su devoci
o para sentir que avanzaba,
tro Civil para finalizar e
adiós final. Quizás
ré en la fila, con las manos frías. Cuando fue
n el rostro neutro. Luego se
expediente de su esposo", di
a? ¿Qué sig
de un dependiente, el sistema anota cualquier otro. Para fines de seguros y patrimonio"
inó. Se me cortó
mi voz apenas un susurro.
dación pública a su nombre. Daba discursos con lágrimas en los ojos. Me abrazaba ca
ario, señora". El emplead
. En blanc
nte: Mat
Karla
a Mo
como una bofetada. L
e había acosado a
e caridad, con los ojos fijos en E
ritando que lo amaba, que yo no lo merecí
co igual al mío, tratando de entrar a la fuerza en la iglesia. Hab
arecer de nuestras vidas, o eso creía yo. Había querido arruinarla por completo, pero lo detuve. L
cumento oficial, junto al de mi es
Era un error. Un er
é en mi coche, con la mente en blanco.
aré a casa temprano esta noche
sidad. Cómo me cortejó con una pasión implacable y gentil. Era el hombre má
o dormir, él me traía comida y me envolvía en una manta, su
l porque querían que se mudara al extranjero, y se negó
ras. Tenía
n el documento que había fotografiado con mi teléfono. Tenía que ver
onamiento privado no muy lejos del nuestro
ro lado de la call
ía
, de unos tres o cuatro años, lo perseguía con una pistola de agua. Elía
nrisa serena en el rostro. Se acercó a Elías y lo besó. No un beso en
nrisa de pura, absoluta felicidad. Una felicida
e paralizaron. Una lágrima rodó p
pequeña fam
né hacia la casa, con movimientos robóticos. Me deslicé
paciente, su voz suave. Era un hombre diferente. El hombre del que me había enamorad
vándolos, con la mano apoyada po
onrió. "Está c
ijo ella, con la vo
jo, Leo, se
su sonrisa se desvaneció. Se levant
dijo a Karla. "
través de una pequeña ventana del sótano. Era una cava de vino
n?". Su voz era la que yo conocía
ia voz al otro lado,
a. Una reunión de última hora...
ía seguido. Le rodeó la cintu
re?", preguntó Karla,
de Leo hoy", dijo Elías, de espaldas
día difícil para ella. Han pasado cuatro años, El
a, ba
nsas en ello? Si no hubieras estado conmigo esa tarde, habr
do se
mí se volvió fr
que Leo
r una llamada de trabajo. Una llamada crucial, de vida o muerte para su empresa. Había salido y encon
ue un trágico accidente. Había cargado con la culpa junto a él, si
, esa culpa me habí
era una
bajo. Estaba con ella. Su avent
e al marco de la ventana para mantenerme en pie.
guda, pero no había negación. "Valeri
ién es la culpa? Te encanta verla rota, ¿no es así? Indefensa y com
mente se quedó allí, de
raña tanto a Leo, tal vez deberíamos dejar que conozca a Ma
seas ridícula. Mateo es mi hijo. Mi heredero. No es un reemplazo". Lu
lta a mi coche. Conduje, sin saber a dónde
mis rodillas. Las lágrimas que había contenido finalmente brotaron, una torme
olvió a vibra
mi amor. No puedo
tacto era una mentira. Me había visto llorar a nuestro hijo, sabien
e él había construido, mientras él vivía o
se agrió hasta convertirse
oscuridad, entró otra llamada. No era Elías.
astro. Mi an
algún instinto me hizo
asado mucho tiempo. Escuché sobre una nueva beca de investigación, y me
mi sistema. Una sola gota de agu
surré, mi vo
estás bien?
erlas. Recordé su investigación. Su controvertido, brillante y experimental trabajo sobre la e
línea. "Valeria, es experimental. No e
n desesperada endureciéndose dentro
¿qué está
quiero olvidar. Necesito olvidar todo". Me ahogué e