Entre Sombras y Promesas
a
qué fue lo que m
jar huella. Estaba acostumbrado a no mirar. A no sentir. A no involucrarme. Mi vida era u
ia
ni su mundo. Pero bastó un instante -un maldi
ujer como ella no debería ir sola. No con esa presencia. No con ese cuerpo que parecía esculpido con saña y belleza al mismo tiempo. Era alta, de piel clara como la porcelana, cabello negro que caía como seda s
ón estéril con un ministro corrupto. No sé por qué miré por la ve
si algo dentro de mí recordara haberla visto antes, aunque sabía que no era posible. Las mujeres más
o el motor, seguir con mi día, ahogar esa imagen e
ije al chofer
retrovisor, dubita
primera lín
-
nas me limit
solo paso sin evaluar cada consecuencia. Así fue como mi apellido se convirtió en sinónimo de poder
el que he trabajado en casos de alto perfil. L
s. Lo leí de madrugada, e
onómicos más antiguos de Francia. Hija de Samuel Soler y Elena Delacroix. Su madre desa
tuve
pari
destino me estu
Lanzó su propia marca a los veintiún años, financiada por capital familiar, pero desarrolla
fec
za. Era su fuerza. La manera en que contenía todo bajo control. Su vida era un
dre. La frialdad de su padre. Las conexiones ocultas de su familia con
a una pieza más, mi in
imple mujer rica. A
ía que p
-
cé a asistir a los eventos donde ella podría aparecer, manteniéndome lejos, en las sombras. No soy un hombre f
us rutinas. Cada día la sentía más cercana,
bía ca
as que se enamoran con flores y sonrisas. No.
tracé
iera. Tenía que presentarme como un igual
bía encontrar
Ahí estaba
siadas contradicciones. Etienne me lo confirmó: "El caso fue cerrado demasiado rápido para un
oda su vida. Y si yo podía aportar r
-
volé a M
por t
a vez uno de los empleados personales de Elena Delacroix. Un hombr
nión con alguien que dec
, ojos cansados
mí? -me pregun
verdad
ó al suelo y neg
a, señor. Como todos
es tráe
e billetes en la
y sobre su esposo. Ella quería huir. Estaba asustada. Dijo que ha
desp
. Solo que a él lo encontraron, meses má
go revuelto. Pero también
era ella entendía del todo. Y yo... yo te
-
despacho de París,
o una