Entre Sombras y Promesas
ia
que pesan má
el descanso desde hace años. A veces me pregunto cómo sería vivir con ligereza. Dormir ocho horas sin interrupciones, sin
natural, mármol en el suelo, hierro forjado en las barandas. Todo fue diseñado por mí. Cada rincón, cada textura. No porque me importe la decoración en sí, sino porque
cosmética. Todo está donde debe estar. Incluso en los días más sombríos, mi marca prospera. A estas alturas, he aprendido a ocultar mis sombras detrás de campañas
argo, hay al
guardada en el pequeño compartimento secreto de mi escritorio. "Tu madre sabía más de lo que imagin
como siempre, con su tablet en mano y una lista d
regunta, aunque su tono profesional o
de -respondo mientras obse
no debe preg
d. Me expongo porque, de alguna manera retorcida, necesito sentir que todavía puedo elegir cómo moverme por el mundo. Pero París no es
n respeto. Sonrío lo justo. Miro lo suficiente.
atos con distribuidores, revisión de campañas con el equip
en
mad
iva, y más todavía la de que esté muerta.
ara protegernos. Tonterías. Mi madre no se habría ido sin mí. Nunca. Era la única persona que me mirab
tre obras de arte robadas y sirvientes que no pronuncian palabra. Él jamás habló del pasado. Nunca pidió perdón. Nunca
chado, oculto bajo donaciones filantrópicas y premios de "excelencia em
ecido cancelar una reun
Montfort. Un lugar olvidado incluso por los tabloides. Allí pasé algunos veranos con mamá cuando era m
conservo las llaves. Al entrar, el aire h
amarillentas, y un tocador con fotografías. Me arrodillo frente a uno de los cajones. Está cerrado con l
del espejo, donde solíamo
n con manos
hay u
nozco de inmedia
. Pero cuidado... hay cosas que nunca debieron salir a la luz. Lo que tu padre no quiere que sepas, lo que yo descubrí dema
. Las letras bai
das. Silenciarme fue su única salida. Pero si estás lista, empieza p
aer la
Por qué nunc
te más antigua de la casa. Encuentro la entrada tapiada con muebl
uerta de hierro a
a. Como los secr
linterna
has, húmedas. El aire es
una habita
abaciones.
mbre que no es mi padre. Ambos abrazados. Ambos so
es ese
t de ADN incompleto. Encabezado por
ir revisando, escuc
so
s sabía de
condo en la oscuridad, c
nen. Escucho el cr
s, sil
? ¿O fue mi me
ir. La casa está vacía. La puerta principal sig
e puedo y lo gua
ay marc
fue una desaparición. Fue una elimin
que estoy escarbando
latiendo como un tambor. La ciudad me recibe con
ha tocado el abi
a para incendiarlo