Su Venganza, Su Amor Eterno
ro una máscara tr
a. Llevo a mamá conmigo a la
on, escudriñando mi rostro en bus
había preparado con Felipe. Estaba lleno de detalles sobre l
e asco, un pequeño bufido. No me creyó,
e lancé hacia adelante, atrapándolo justo a tiempo. El movimiento repentino envió un dolor
e dio cuenta. O si l
ñeca, su agarre
s v
ame, D
alarme hac
go a la ofici
Firmé tu confesión. Te di lo que qu
zante-. Todos tus análisis, tus estrat
mi vida. Eran el producto de innumerables noches sin dor
N
por un segundo. Intenté zafarme, pero era demasiado fuerte.
con una sonrisa falsa pegada en el rostro-
o me invadió. Estaba
erminemos. Puedes estar con Julián.
genuinamente sorprendido. Lueg
, ¿ya se te olvidó? Estamo
mi brazo para obl
e una certeza arrogante-. ¿Tú, que renunciaste a una beca en el Tec de Mont
has en un momento de felicidad que ahor
ncio. No había n
pada que me crispaba los nervios. Me medio arrast
o, luciendo completamente fuera de lugar. Tenía un título de una univ
ás como una orden-. Necesito tus notas de investigaci
rey inspeccionando su corte, Juli
orio, donde solían estar las fotos de mi familia, estaba
lvieron, más f
te, Juli
apá, borró tod
ntalla del ordenador, montando un c
esapareció! ¿Cómo se supone que
con d
cer con ellos aunq
pido que no la vi venir. Una bofe
con él. Ah
a sangre en la boca-. ¿Porque estás c
endo para hacer el papel de víctima magnán
sus ojos ardiendo con un fuego frío. Me agarró de